El partido de este sábado será especialmente emotivo para Pepe Murcia. El entrenador del Celta regresa por primera vez a su casa como técnico del equipo rival. En Córdoba se formó como jugador y técnico, y vuelve siete años después.
«Vuelvo a la que fue mi casa porque aunque ahora no resido allí tengo casa propia, familia, amigos y muchos recuerdos. A pesar de llevar siete años fuera del club y seis fuera de la ciudad no deja de ser mi tierra. Allí están mis ancestros, mi gente. Me crié personal y deportivamente en Córdoba», comentó ayer el técnico celeste.
Es la primera vez que Murcia vuelve a casa. La pasada temporada se enfrentó al Córdoba pero en Castellón y «empatamos a un gol. En el Arcángel, el que fue mi estadio como técnico, no había tenido la oportunidad de volver», reflejaba el cordobés. En el cuadro técnico queda aún de su etapa Jorge el preparador de porteros. «Fuimos compañeros como jugadores, también de Ricardo el segundo nuestro. Está alguien más en la secretaria técnica pero de mi época allí solo queda el conserje y poco más. Todo el mundo es conocido porque al presidente también lo conozco». Murcia empezó entrenando en su barrio en Alcázar, después se fue al Séneca en juvenil preferente y también en división de Honor. De ahí recaló en el Córdoba en el que estuvo seis temporadas. Empezó en la 95-96 en el juvenil de División de Honor del que salió Álvaro Novo, ahora en la Real Sociedad. Fue subcampeón de Liga y «en la Copa nos eliminó el Real Madrid de Tote, Mena, Fernando, Sousa, al año siguiente creamos el Córdoba B que llevé de Primera Regional a Tercera. Estuve cinco campañas y después pasé a dirigir el primer equipo en Segunda. Desde entonces, no he vuelto a aparecer por allí. Fueron años muy fructíferos», relata Murcia.
Fue jugador del primer equipo durante cuatro temporadas hasta que se lesionó. En la plantilla actual está Arteaga al que tuvo en Atlético Madrileño y Pepe Díaz «que tuve en el filial del Córdoba, en el primer equipo y luego en Cartagena».