La policía consiguió a detener a los dos conductores: uno por hacer un trompo delante de una patrulla y el otro por tratar de huir cuando fue descubierto vendiendo droga.
22 oct 2010 . Actualizado a las 16:00 h.En menos de 24 horas, las calles del centro de Vigo han registrado dos persecuciones policiales de película. Eso sí, en ambos caso la policía consiguió detener al conductor que trató de darse a la fuga.
Uno de los detenidos hizo el trompo delante de una patrulla policial. El conductor, que estaba bajo los efectos del alcohol, cuando se dio cuenta se dio a la fuga pero, después de una persecución por el centro de Vigo, la Policía Local consiguió interceptarle.
El coche que conducía el joven. B.B.C. de 22 años, circulaba sobre las dos de la madrugada a gran velocidad por la calle Manuel Olivié e hizo un trompo al llegar a la Plaza de España, donde estaba una patrulla de la Policía Local. Allí arrancó una persecución que recorrió las calles Gran Vía, Lepanto, Alfonso XIII hasta el cruce con García Barbón, donde fue interceptado por otros vehículos policiales. Durante la fuga, el conductor no respectó semáforo circulando a más de la velocidad permitida, poniendo en riesgo la seguridad vial.
Tras ser identificado, el joven dio positivo en la prueba de alcoholemia y fue detenido.
Otra persecución
La otra persecución fue ayer por la mañana. La Policía Nacional siguió por varias calles del centro de Vigo a un hombre de 31 años, R.F.R., que trató de huir después de que le descubriesen vendiendo droga al menudeo en la calle Raposa. Cuando la patrulla policial se acercó al coche del hombre, con trece antecedentes policiales anteriores, emprendió la huida a gran velocidad por varias calles de la ciudad poniendo en grave riesgo a peatones y otros vehículos. El coche tuvo que detener su marcha en la calle Venezuela por la densidad del tráfico existente, logrando entonces interceptarle los agentes. Se le intervinieron en el interior de una mochila una bolsa con 75 dosis de heroína, 30,4 gramos de hachís, 1 gramo de marihuana, una báscula electrónica y 20 euros, por lo que fue detenido