El centro pionero en España tiene la respuesta ¿Es mi hijo un adicto al móvil?

Domingo, 24 de Febrero 2019
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Los padres de Mario, de 14 años, recibieron un aviso de la escuela: su hijo llegaba muy cansado a clase. Un poco sorprendidos, alegaron que debía de ser un proceso propio de la adolescencia, porque el chico se acostaba temprano, como el resto de la familia. Pero los profesores tenían otra sospecha: ¿se lleva el móvil a su habitación? «Sí, claro, pero sabe que no debe usarlo por la noche». Miren a ver… Esa misma noche, la madre de Mario se levantó sigilosamente a las dos de la madrugada y abrió la puerta de la habitación de su hijo. Una luz inconfundible iluminaba sus ojos, concentrados en la pantalla hasta el punto de no reparar en la presencia de su progenitora. El «¡¿pero qué haces?!» inicial sacó a Mario de su ensoñación y metió a toda la familia en una pesadilla. Porque la restricción del uso del móvil que vino a continuación llegó acompañada de unos accesos de ira que nadie imaginaba que Mario pudiese albergar en su interior. Y es que el chico tenía que ‘desengancharse’, con todas sus consecuencias, ‘mono’ incluido.
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