La contraseña de los bitcoins Unos 'hackers' tienen la llave para desbloquear una USB con 235 millones de dólares (y el dueño no quiere)

Lunes, 06 de Noviembre 2023, 14:06h
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Stefan Thomas es un criptoempresario suizo que vive en San Francisco. En 2011, cuando un bitcoin valía menos que un dólar, aceptó que le pagaran con esta criptomoneda un vídeo que produjo precisamente para explicar qué era el bitcoin. Le pagaron 7002 bitcoins, que hoy valen 235 millones de dólares. Meses después, por error, borró las dos copias de seguridad del monedero virtual en el que estaba alojado ese dinero.
La tercera copia estaba en una memoria USB; en concreto, en una IronKey. Para acceder a esa USB, hay que escribir una contraseña, pero Thomas había perdido también el trozo de papel en el que la había escrito.La IronKey permite diez intentos de contraseña antes de borrar definitivamente el contenido. Thomas lo ha intentado —y fracasado— ocho veces desde entonces. Durante años, decenas de hackers han seguido la historia de este criptoempresario, que contó sus dificultades a The New York Times. Especialmente interesados han estado los hackers de la empresa Unciphered, con sede en Seattle, que han sido los primeros en dar con la solución –o así se lo han contado a la revista Wired–.

Estos informáticos han desarrollado una técnica secreta para descifrar contraseñas IronKey que, básicamente, lo que permite es realizar infinitos intentos. Ahora, tras meses de trabajo, Unciphered cree que puede abrir el 'cofre del tesoro'. De hecho, a principios de octubre, se puso en contacto con Thomas a través de un socio común que podía dar fe, pruebas suficientes, de que podían desbloquear la USB. Ni siquiera llegaron a discutir la comisión que se llevarían por ello. Thomas declinó su propuesta y justificó su negativa en que desde hacía un año tenía un acuerdo verbal con otros dos equipos, a los que ya había ofrecido parte del botín si desbloqueaban la unidad. Aunque todavía no han tenido éxito, Thomas sigue confiando en ellos.
Se estima que la suma total de carteras olvidadas con blockchains, en las que se almacenan criptomonedas, asciende a 140.000 millones de dólares
Descifrar la USB IronKey no es solo teclear código; es sofisticada cirugía. Unciphered desmontó el dispositivo hasta el más mínimo detalle. Primero escanearon una IronKey como la de Stefan Thomas con tomografía computarizada para deconstruirla. La cortaron con láser y bañaron el chip en ácido nítrico para eliminar las capas diseñadas y evitar así la manipulación. Luego pulieron el chip, capa por capa, con una solución abrasiva de sílice y una diminuta almohadilla, eliminando una fracción de micra de material de su superficie cada vez, tomando fotos de cada capa con microscopios ópticos. A partir de ahí pudieron replicar un modelo tridimensional completo del procesador y trabajar digitalmente con él hasta dar con la 'llave' que lo abriera.
Así que el hecho de que Thomas no haya aceptado la propuesta del equipo que ya ha conseguido 'abrir' la USB es, cuando menos, singular. Además de cuestionar cuánto interés tiene Thomas en el dinero, ha dejado a Unciphered en una situación extraña, explican en Wired: posee una de las herramientas más valiosas para forzar cerraduras en el mundo de las criptomonedas, pero no tiene cerradura que forzar: «Hemos descifrado IronKey», comenta Nick Fedoroff, director de operaciones, «y ahora tenemos que descifrar a Stefan. Esto está resultando aún más difícil».
140.000 millones de dólares en el limbo (o en el vertedero)
En 2021, la empresa de rastreo de criptomonedas Chainalysis estimó que la suma total de carteras olvidadas con blockchains, en las que se almacenan criptomonedas, ascendía a 140.000 millones de dólares. Unciphered asegura que ha ayudado a clientes a abrir carteras bloqueadas por valor de «muchos millones» de dólares, aunque nada tan valioso como la USB de Stefan Thomas.

No son, ni con mucho, la única empresa que se dedica a esto. Una de las más conocidas es Crypto Asset Recovery, en Nuevo Hampshire, dirigida por un padre y un hijo, Charlie y Chris Brooks. Se centran en encontrar contraseñas perdidas u olvidadas de los monederos de cripto-monedas, porque en su momento sus compradores no les prestaron demasiada atención.
Caso aparte es el de James Howells, un ingeniero informático que hace diez años tiró a la basura un disco duro con una fortuna en bitcoins, 168 millones a su valor actual (8000 bitcoins cuando los compró o minó, en la terminología precisa). En su intento por recuperar el disco duro, Howells ha recurrido a la NASA y a perros robot para desenterrar el vertedero de Newport, en Gales, donde cree que puede estar el tesoro.
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