Vergüenza, prejuicios, miedo a ser juzgados... ¿Por qué los hombres se niegan a ir a terapia de pareja?
Alrededor de la cincuentena, los divorcios se disparan. Discusiones, infidelidades, falta de comunicación, sexo bajo mínimos… La terapia de pareja puede ser una solución para resolver estos conflictos. Pero ¿por qué a los hombres les cuesta tanto aceptar este tipo de terapias? ¿Son realmente eficaces? ¿Para qué casos? Resolvemos las dudas.
Sí, hombre. Ahí voy a ir yo a contarle a alguien lo que hago mal en la cama. Además, si todas las psicólogas son mujeres y seguro que se ponen de tu parte. Esto lo resolvemos en casa», dice él mientras ella pone los ojos en blanco. Estar rondando los 50 años en pleno bombardeo de consejos pseudoexistenciales como «sal de tu zona de confort» o «encuentra la mejor versión de ti mismo» no es fácil.
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