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Educación

Los niños y la mente 'zapping': cómo entrenar la concentración

La dificultad de concentración de los niños va en aumento. Se calcula que el 40 por ciento de la población infantil y adolescente presenta un síndrome parcial de atención. Muchos estímulos al mismo tiempo que dificultan centrar el foco en una sola tarea. La buena noticia es que esta capacidad se puede entrenar. 

Por Raquel Peláez

Miércoles, 30 de Marzo 2022, 16:17h

Tiempo de lectura: 6 min

En pocos años han recibido más información alarmante que la mayoría de sus padres en toda su vida. ¿El resultado? Niños con muchos estímulos y poca capacidad de concentrarse en una sola tarea. Al margen de la desesperación parental ante hijos que no escuchan, el problema es que –según un estudio realizado por científicos de la Universidad de California en Davis– existe una relación directa entre las dificultades de atención en edad preescolar y el bajo rendimiento académico en la adolescencia.

«La recepción de información tan desbordante a la que estamos expuestos niños y adultos nos impide empezar a procesar una noticia cuando ya nos llega otra. Eso provoca que la emoción que nos pueda generar ese estímulo se quede colgando. Es como una indigestión de información que nos lleva a un estado constante de alarma, de vigilancia, y nuestro cerebro se activa para defendernos», explica Laura Palomares, directora de Avance Psicólogos Madrid. Y continúa: «Cuando esto ocurre, se enciende la ansiedad e inmediatamente se apaga la zona prefrontal izquierda del cerebro, que es la responsable del razonamiento, la planificación y la concentración». Y en ese estado: ¿quién es capaz de prestar atención en clase o en las tareas de casa?

«La indigestión de información a la que estamos expuestos niños y adultos nos lleva a un estado constante de alarma y ansiedad»

Laura PalomaresDirectora de Avance Psicólogos Madrid

El doctor en Psicología y autor del libro Educar la atención (Plataforma Editorial), Luis López González, suma causas para esta dispersión: «Una de las razones por las que ha aumentado un 40 por ciento esa divagación mental es la proliferación de la multitarea, la supuesta capacidad humana de realizar muchas actividades simultáneamente, y lo siento, pero el cerebro es monofocal. Podemos saltar de una tarea a otra, de acuerdo, pero así no profundizamos en ninguna». La enorme exposición a las pantallas de los últimos años poco a poco ha contribuido a aumentar el problema: «Son niños que hacen muchas cosas a la vez y esa agitación constante, esa suerte de 'mente zapping' o 'mente Google' –como la han bautizado algunos psicólogos–, dificulta la labor del docente». A lo que añade: «Incluso las aulas parecen diseñadas para distraer. Tienen las paredes llenas de información: el abecedario; las estaciones del año; textos en inglés, en español...».

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Exceso de pantallas. «Los factores que causan esa divagación mental en los pequeños -¡y en los mayores!- son diversos, pero uno de ellos es la irrupción del móvil y otros dispositivos que inundan nuestros hogares. Está demostrado que tanto la atención como la capacidad de análisis, la capacidad creativa y la de abstracción disminuyen con el uso abusivo de las tecnologías actuales», asegura el psicólogo Luis López González.GETTY IMAGES

La buena noticia es que los psicólogos coinciden en que la atención se puede entrenar. Y, para empezar, «los adultos tenemos que frenar el ritmo porque la expresión corporal es muy importante y en los niños funcionan muy bien las neuronas espejo, que se activan por observación», asegura Palomares. Según la experta, «a veces no nos damos cuenta de que esa dificultad de concentración infantil puede estar relacionada con alguna situación sostenida de estrés en casa. Tenemos muchas obligaciones y vamos a todo velocidad para intentar resolver el día a día. El problema es que ellos aprenden y absorben ese modo de estar en el mundo. Por eso, cuando hacemos las cosas de forma más calmada, los niños nos imitan». Hasta los bebés lo hacen: «Está demostrado que existe una sincronización entre el cerebro del bebé y el de la madre que se produce a través del lenguaje corporal, el tono de voz o el tacto. Desde pequeños los niños están aprendiendo a regularse».

«Hasta las aulas parecen diseñadas para distraer, con las paredes llenas de información»

Luis López GonzálezDoctor en Psicología

Y continúa: «Además, es fundamental crear momentos de conexión con ellos para hablar sobre lo que les ocurre y las emociones que les genera. Eso hace que suba la oxitocina, que es la hormona del vínculo y el amor, y baje el cortisol, que es la del estrés. Normalmente, cuando los niños se siente escuchados y atendidos responden muy bien y se calman mucho».

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Lista de tareas. Entre las recomendaciones de los psicólogos se incluye la de establecer una secuencia clara de aprendizaje, incluso escribirla para que la tengan a mano como recordatorio. Se puede hacer un calendario de actividades.GETTY IMAGES

Por su parte, el psicólogo Luis López González asegura que, aunque no cree que la atención mejore simplemente con recetas, sí que existen una serie de instrucciones para ayudar a padres y profesores que se basan en priorizar el uso del refuerzo positivo: «Siempre es mejor usar premios en lugar de castigos, valorar la calidad de las tareas más que la cantidad, hacer un calendario de actividades y enseñarles trucos nemotécnicos. En relación a las aulas o los lugares de aprendizaje, es importante acondicionarlos de manera que favorezcan la atención, limitando la decoración a lo necesario».


HERRAMIENTAS PARA LA ATENCIÓN

1. | EVITAR LA MULTITAREA


Marcar un tiempo para cada actividad. Crear rutinas y respetar las pausas entre ellas ayudan a conectar plenamente con cada tarea.


2. | EL CONTAGIO EMOCIONAL


La psicóloga Laura Palomares aconseja a los padres ayudar a los niños a «colocar sus emociones». Según la experta, «dedicarles un tiempo para que hablen sobre lo que piensan e identificar lo que eso les provoca los calma lo suficiente como para poder bajar la activación y concentrarse mejor».


3. | LA MARIONETA


La práctica diaria de diez minutos de relajación y atención plena proporciona beneficios académicos en niños. El psicólogo Luis López, director del programa Treva (Técnicas de Relajación Vivencial Aplicadas al Aula), propone practicar juntos el siguiente ejercicio: «Imaginaos que sois marionetas y colgáis de varios hilos del techo. Entonces, alguien corta el hilo que sujeta la cabeza y la dejamos caer. Luego debéis hacer lo mismo con brazos y piernas. Se trata de sostener el cuerpo con el mínimo esfuerzo».


4. | TENSAR Y SOLTAR


«Enséñale a apretar mucho el puño y, luego, relajar la mano. Haced lo mismo con otros grupos musculares: brazos, cuello, piernas... Para que los niños entiendan cómo soltar, se les puede explicar que, después de tensar el músculo, lo tienen que dejar como si fuera chocolate que se deshace».


5. | HUMOR


«Para captar su atención cuando no te contesta, haz que se ría –propone el psicólogo–. Eso sí, reduce también un poco su acceso a las pantallas, que seguro que no te atiende porque está mirando el móvil».


En el libro Educar en la atención, Luis López González recomienda seguir los criterios que estableció el psicólogo Luis Miguel Echavarría.


La persona no presta suficiente atención a los detalles y olvida aspectos esenciales de las tareas que le corresponden (escolares, laborales...).

Tiene dificultad para mantener la atención en tareas o actividades lúdicas.

No escucha cuando se le habla directamente.

No sigue instrucciones para finalizar tareas (escolares o no), encargos u obligaciones, sin que ello se deba a actitudes negativas ni a una dificultad de comprensión de dichas instrucciones.

Tiene dificultades para organizar tareas y actividades.

La persona evita, e incluso le causa disgusto, dedicarse a tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido (trabajos escolares, laborales o domésticos).

Extravía objetos necesarios para tareas o actividades.

Se distrae con estímulos irrelevantes.

Descuida de algún modo las actividades diarias.

Etiquetas: salud mental