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La película más insólita del cine español: cuando Franco quiso ser actor

'La malcasada' y los idilios del rey

La película más insólita del cine español: cuando Franco quiso ser actor

Se abre el telón y aparecen Francisco Franco, Millán-Astray, Julio Romero de Torres y Valle-Inclán interpretándose a sí mismos en una obra inspirada en el divorcio de Carmen Ruiz Moragas, amante del rey Alfonso XIII. ¿Cómo se llama la película? Ah, ¿que no dan crédito? Pues sigan leyendo porque estamos ante «la película más insólita del cine español de todos los tiempos».

Jueves, 19 de Octubre 2023

Tiempo de lectura: 5 min

Empecemos por el título: La Malcasada, año 1926. Y el escándalo que inspiró su guion: el breve matrimonio y la enrevesada separación del torero mexicano Rodolfo Gaona y la actriz española Carmen Ruiz Moragas, la mujer con la que el rey Alfonso XIII mantuvo su amorío más sonado. Tras un breve paso por el cine, esta película muda dirigida por el periodista Francisco Gómez Hidalgo fue retirada y prohibida su exhibición en España. ¿Por llevar a la pantalla una historia que ponía en evidencia de un modo tan explícito el 'secreto' real? Se preguntarán. No, por un lío entre militares. No se pierdan esta historia.

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A carcajadas. Franco mira a cámara sonriendo de forma efusiva durante la escena de La Malcasada en la que come junto al coronel Millán-Astray. Gesticula y hace grandes aspavientos mientras conversa con el resto de los comensales.

Corrían los años veinte y el periodista –y desde ese momento también cineasta– Gómez Hidalgo tuvo una idea genial: ¿por qué no reunir a lo más granado de la sociedad española en un melodrama inspirado en el chisme del que todo el mundo hablaba? Dicho y hecho. Nunca averiguaremos por qué, pero más de cien ‘celebridades’ accedieron a participar en el rodaje de La Malcasada interpretándose a sí mismos. Francisco Franco, José Millán-Astray, Sanjurjo, Miguel Primo de Rivera o Valeriano Weyler por el lado militar; Valle-Inclán, Wenceslao Fernández Flórez, Pedro Muñoz Seca, Azorín o Concha Espina en representación de las letras; pintores de la talla de Julio Romero de Torres o Santiago Rusiñol; toreros como Juan Belmonte o Sánchez Mejía; además de otros famosos del momento como aristócratas, abogados, médicos, futbolistas, cantantes, etc. Vamos, que ni Santiago Segura con sus cinco Torrentes juntos ha conseguido reunir a tanta cara conocida.

Increíblemente, lo más granado de la sociedad española, más de cien personalidades, interviene en un melodrama inspirado en el chisme del que todo el mundo hablaba: la amante del rey

La Malcasada, una comedia de amores y desamores, fue la primera película que habló abiertamente del tema del divorcio en España. Y lo hizo llevando a la pantalla una historia muy parecida a la separación que vivió ‘la Borbona’ (el apodo con el que se conocía a la actriz Carmen Ruiz Moragas). En la cinta vemos la relación entre Félix, un torero mexicano, y María Escobar, la condesa de Villanueva. Él vive en Veracruz (México) y, aunque está enamorado de otra mujer, llega a España y termina casándose con María.

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Invitados de excepción. En la película, el político Natalio Rivas y su esposa reciben en casa a los protagonistas de la película, los actores María Banquer y José Nieto, que comparten mesa con Franco y Millán-Astray. En el negativo de la escena que se conserva aparecen escritos los nombres de los militares.

El problema es que Félix se convierte en una figura famosa del toreo y decide entregarse a la vida loca. Harta de sus devaneos, María le abandona y comienzan vidas separadas. Entretanto, Félix se reencuentra con su antigua novia, que ha llegado a España, y decide consultar su caso con eminentes juristas, pero estos le recuerdan que su matrimonio es indisoluble. Finalmente, el torero decide regresar a México para casarse con su antiguo amor y María se marcha a Marruecos como enfermera.



Eso, en la película. En la vida real, Carmen Ruiz Moragas se había casado con el torero mexicano Rodolfo Gaona, mientras mantenía un idilio con el rey Alfonso XIII desde que este puso todo su empeño en 'conocerla' cuando la vio actuar en el Teatro Español en 1916 interpretando La dama de las camelias. ¿Qué podía salir mal? No debió de ser fácil para aquel torero los comentarios del público en los ruedos sobre el tamaño de los cuernos de sus astados. El resultado fue que Gaona se volvió a México, pero 'La Moragas' no se marchó a Marruecos, como su personaje en la ficción. Siguió triunfando en los escenarios y llegó a tener su propia compañía teatral. Tuvo dos hijos del rey, María Teresa y Leandro, y cuando terminó su historia con él, una década después, comenzó una relación con el escritor republicano Juan Chabás con el que estuvo hasta su muerte en junio de 1936.

Los protagonistas hablan sobre la conveniencia de legalizar el divorcio, uno de los temas más polémicos de la época

En cuanto al estreno de La Malcasada, cuentan las crónicas de la época que fue un gran éxito, pero también tuvo consecuencias inesperadas. La ovación de público cuando aparecieron en pantalla algunos de los opositores a la dictadura de Primo de Rivera no sentó muy bien a las autoridades. Fue el caso del político conservador José Sánchez Guerra o del general Valeriano Weyler, implicado en la Sanjuanada de 1926, el primer intento militar para derrocar la dictadura. La película fue retirada y, aunque el director rehizo el montaje eliminado las escenas donde aparecían las figuras más polémicas y se volvió a estrenar, apenas estuvo en cartel unas semanas. La cinta fue exportada a América y exhibida en distintos países donde se publicitaba haciendo hincapié en que en España había sido prohibida el mismo día de su estreno.

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Parecido razonable. A la izquierda, la actriz que interpreta a la novia del protagonista en México, Inocencia Alcubierre. A la derecha, Carmen Ruiz Moragas, la actriz con la que el rey Alfonso XIII tuvo dos hijos y en la que está inspirada la película.

«El general de treinta y tres años». Eso enunciaba el rótulo que acompañaba la imagen de Franco cuando apareció en pantalla. Solo eso. Corría el año 1926 y en ese momento los golpes de estado los encabezaban otros. En la escena, los protagonistas recién casados llegan a Madrid y el político Natalio Rivas los recibe en casa para comer junto a su hija, su nieta y otros dos invitados de excepción: Franco, vestido de civil, y Millán-Astray, con uniforme de coronel y exhibiendo medallas de guerra. Ambos sonríen a cámara, charlan con el resto de invitados, gesticulan muchísimo e incluso sueltan alguna carcajada.

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La Morena. La actriz María Banquer posa para el pintor Julio Romero de Torres, mientras el dramaturgo y poeta Ramón María del Valle-Inclán observa la escena. Los artistas son solo un ejemplo de las más de cien personalidades con las que los protagonistas se encuentran durante toda la película.

Y, aunque los críticos de todos los tiempos han coincidido en que quizá el premio a la mejor interpretación no lo merece ninguna de las celebrities que pasan por La Malcasada, lo cierto es que es precisamente ese desfile el verdadero mérito de la película. Conseguir que todos estos extras reales hicieran un cameo en la película, coincidiendo con sus protagonistas en diferentes fiestas, comidas o cenas (a veces en sus propias casas) fue la excusa perfecta para mostrar el ambiente de la alta sociedad española de los años veinte. Si a eso sumamos que el matrimonio les pide consejo sobre la conveniencia o no de separarse y se debate legalizar el divorcio, uno de los temas más polémicos de la política española durante el siglo XX, el valor documental es absolutamente relevante.