La comunicación felina ¿Qué te está queriendo decir tu gato? Sí, tienen un lenguaje secreto...
Están en nuestras vidas, pero la gran mayoría de veces nos cuesta entenderlos. Los gatos, esas enigmáticas criaturas con una mirada que parece contener siglos de secretos, han sido nuestros compañeros a lo largo de la historia. Ya los egipcios tenían una relación de admiración hacia estos animales, que plasmaron en tumbas y templos. Pese a que se desconoce el momento exacto en el que los humanos invitaron a los gatos a entrar en sus hogares, la domesticación de estos pequeños felinos es reciente y les ha permitido desarrollar un fascinante lenguaje secreto para comunicarse con sus dueños.
¿Alguna vez has visto —por ejemplo— la cola de tu gato erguida y te has hecho mil preguntas en torno a sus significados? Pues tiene una clara respuesta. Sarah Brown, etóloga investigadora en la relación del gato con los humanos durante más de 30 años, ofrece ahora un manual para descifrar qué nos quieren decir con cada gesto los gatos y cómo intentan conquistarnos con un «miau» en el libro 'El lenguaje secreto de los gatos' (GeoPlaneta).
Orejas y cola: sus aliados favoritos para 'hablar'
Hay gestos y comportamientos que nos indican lo que puede estar pensando o sintiendo nuestra mascota. Muchos de ellos los podemos 'leer' en la cola, que tiene hasta 23 vértebras de gran movilidad y está compuesta por un gran conjunto de músculos y nervios, lo que la convierte en un impresionante canal de comunicación para expresar los sentimientos del animal según la dirección en la que la coloca.
Estas señales no se han dado siempre. «Algunos científicos sugieren que fue una variación del comportamiento que las hembras comenzaron a usar para mostrarse receptivas al apareamiento. Y que, con el tiempo, podría haber acabado como un saludo», explica en su libro Sarah Brown.
Por lo general, el principal movimiento que realizan con la cola es levantarla. De hecho, un estudio de Deputte establece que en más del 97 por ciento de las interacciones con sus dueños, los gatos tienen la cola levantada y las orejas erectas.
Y es que sí, aunque la mayoría de mortales no somos capaces de mover las orejas, para los gatos estas son una de las partes de su cuerpo que más utilizan para señalar lo que no les está haciendo demasiada gracia. Incluso existe un sistema de codificación de acción facial (CatFACS) que recoge siete descripciones diferentes de los movimientos que pueden hacer con las orejas y que pueden darse en combinación y con diferentes intensidades: «Orejas hacia delante, orejas aductoras, orejas aplanadas, orejas rotadoras, orejas hacia abajo, orejas hacia atrás y orejas constrictoras», señala Brown.
Podrás confirmar su cabreo gracias a sus orejas, puesto que suelen mantenerlas hacia atrás, ligeramente levantadas, pero no aplanadas
Por ejemplo, cuando un gato está activo, pero con una actitud serena, tendrán las orejas en una posición neutra, que suele ser la más habitual. En cambio, cuando se sienta y acompaña esta acción de un leve movimiento de cola, significa que «tiene un ligero interés, diversión o anticipación de algo y suele indicar molestia, ganas de jugar o de cazar».
Eso sí: si su cola comienza a moverse con mucha más intensidad, ¡cuidado! Puede tratarse de un indicativo de que su molestia está aumentando o se encuentra sobreexcitado, lo que podría acabar en un gran zarpazo ‘gatuno’ si no mantenemos la distancia.
Además si al levantar la cola, la arquea en forma de u invertida, e incluso si está erizada, mantente alerta. «A veces, incluso el gato se pone de lado para maximizar su tamaño», apunta la etóloga. Podrás confirmar su cabreo gracias a sus orejas, puesto que suelen mantenerlas hacia atrás, ligeramente levantadas, pero no aplanadas. Y sí, son un fiel reflejo de que van a atacar si alguien se les acerca.
¿Y cómo saber si está asustado? En este caso, intentará parecer mucho más pequeño de lo que es, agachándose y enroscando la cola alrededor de su propio cuerpo o, si está de pie, escondiéndola entre las piernas, mientras que aplanará las orejas dejándolas sobresalir hacia los lados e, incluso, si siente mucho miedo, aplastándolas sobre la cabeza.
Los sonidos de tu gato: un auténtico idioma
Para poder entender mejor qué nos quieren decir nuestras mascotas, es importante escucharlas y familiarizarse con esta forma de comunicarse. Al final, los gatos nacen con la capacidad de ronronear, escupir y emitir maullidos simples. «Y, a pesar de que el oído humano capta estos sonidos como chillidos, es en realidad una serie de llamadas diferentes de los gatitos», aclara Sarah Brown.
El hambre suele ser una de las razones principales de sus sonidos. Pero estas llamadas suelen variar de tono, duración y volumen dependiendo de la causa que haya detrás. Para empezar, cuando el timbre del maullido es más agudo de lo normal suele indicar que la cría tiene frío. Por el contrario, cuando su maullar se hace más fuerte suele responder a que se ha perdido. Aunque el más llamativo de sus maullidos se da cuando se encuentra atrapada y empieza a maullar de manera urgente y persistente, algo que suele ocurrir principalmente en sus primeros días de vida, en los que su madre, al amamantarla, puede aplastarla sin querer.
A pesar de los más de 10.000 años que llevan con nosotros, han necesitado hacer ruido para captar nuestra atención
Pero el maullido no es el único sonido que los gatos emiten. El gorjeo es otro de los que más utilizan a la hora de comunicarse con nosotros; por lo general, para saludarnos o para acercársenos cuando ya los habíamos saludado anteriormente o llevábamos un tiempo separados.
Por otra parte, el ronroneo —durante muchos años, todo un misterio— es otro de los sonidos que utilizan en su comunicación con los humanos. Al principio se pensaba que este sonido nacía de la circulación de la sangre por las venas, pero, con el tiempo, los científicos se dieron cuenta de que procedía de la garganta. Ahora, ya se sabe que este casi ronquido está controlado por un oscilador neuronal del cerebro que envía las señales a los músculos de la laringe, provocando este dulce y mítico sonido.
¿Qué función cumple? Sigue siendo un misterio: se desconoce aún el motivo exacto por el que los gatos comienzan a ronronear. Es cierto que suelen hacerlo cuando están acurrucados, en contacto con personas, o en momentos de sueño, o cuando están calentitos y cómodos. Sin embargo, algunos momentos de estrés —como cuando van al veterinario— pueden ser también situaciones en las que tu mascota comience a ronronear.
Lo que sí sabemos es que el gran catálogo de sonidos felinos parte de la mera supervivencia y la evolución. En los más de 10.000 años que llevan con nosotros, han necesitado hacer ruido para captar nuestra atención, puesto que «su lenguaje de olores, meneos de cola y movimientos de orejas son cuestiones que no siempre entendemos».
Garras y olores: su forma de 'marcar' territorio
«El 52 por ciento de los gatos domésticos arañan objetos que consideran ‘inapropiados’ dentro de casa», apunta la autora del libro. ¿Sin razón? Para ellos es más que una simple manicura. A través de este gesto, consiguen eliminar las capas sobrantes de sus uñas, pero, además, es un método para comunicarse con su dueño: es una señal visual que utilizan para marcar su territorio y, por otra parte, un método para desprender feromonas e impregnar las superficies del hogar con su propio olor.
Además, puede ser una señal de que algo no va bien. Cuando en tu hogar se dan frecuentemente discusiones y tensiones, verás que tu gato tiene un mayor impulso de arañar. Los expertos recomiendan que no se les regañe, ya que «rara vez tiene éxito a largo plazo y puede empeorar las cosas al aumentar el estrés del animal». Una solución es ofrecerle alternativas especiales con superficies para arañar.
Un comportamiento muy recurrente de tu gato es el gesto de orinar mientras mantiene la cola erguida y temblorosa
En esta línea, un comportamiento muy recurrente de tu gato es el gesto de orinar mientras mantiene la cola erguida y temblorosa. Algo que realiza con el mismo fin que el anterior gesto: el marcaje. Este comportamiento suele darse sobre todo «en gatos domésticos machos que se sienten atraídos a marcar territorio dentro de casa en situaciones de competitividad o estrés, como, por ejemplo, cuando varios gatos viven juntos y no son compatibles, o cuando gatos del exterior invaden el hogar».
Bigotes: mucho más que algo adorable
Los bigotes son clave para controlar su sentido del equilibrio y la orientación en la oscuridad. Y a pesar de que parecen inexpresivos, tienen, según su posición, muchos significados. Cuando se encuentran hacia delante en forma de abanico, es una señal de que algo les resulta interesante o los pone en estado de alerta. Lo normal, cuando están relajados, es que tengan sus bigotes en posición neutral de costado. Si los tienen hacia atrás y aplanados, es una respuesta a cualquier estrés.
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