Jueves, 26 de Diciembre 2024
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La entrada de la época de celo alteró por completo su comportamiento. Los sobresaltos por la incesante invasión de seres humanos en su territorio lo mantenían en un estado de nerviosismo permanente, y la necesidad de encontrar una hembra con la que aparearse sumaba tensión, convirtiéndolo en un urogallo irritable.