Desayuno de domingo con... Ana Torrent: «Si no estás en una serie, parece que no trabajas»
Madrid, 1966. Soy actriz y acabo de estrenar 'Cerrar los ojos', de Víctor Erice, con el que debuté hace cincuenta años ('El espíritu de la colmena'). Un reencuentro muy feliz y especial para los dos.
Viernes, 29 de Septiembre 2023, 11:09h
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XLSemanal. El gran Víctor Erice solo había hecho tres filmes (El espíritu de la colmena, El sur y El sol del membrillo). Y ahora, también con usted, el cuarto.
Ana Torrent. Él nunca ha parado de hacer cosas, pero es verdad que no ha hecho cine comercial. Llevaba treinta años sin rodar una película, lo que hace todavía más especial Cerrar los ojos.
XL. Hace cincuenta años, sus padres le dieron a Víctor el 'sí, quiero' por usted, cuando junto con Elías Querejeta la descubrió jugando en el patio del mismo colegio al que iba Gracia (la hija de Elías). Al cumplir sus bodas de oro como actriz, es usted la que por fin lo 'acepta' [risas].
A.T. Claro, yo era menor entonces, pero llevo bastantes años, desde los 18, dando el 'sí, quiero' a muchos directores [ríe]. El día que Víctor me contó este proyecto, recordé a mis padres: me vino a la cabeza el principio de todo, se me removieron muchas cosas. Ha sido muy mágico.
«En el cine a los niños se les pide que no actúen, sino que sean ellos mismos, por la verdad tan auténtica que transmiten»
XL. Es una película crepuscular, un homenaje al cine que ya no se hace y tiene algo de testamento por ser de un director tan especial, además, de 83 años.
A.T. Toca muchos temas importantes para él: la identidad, la memoria, el cine como lugar de descubrimiento de sensaciones. Al margen de nuestra relación, tenía un significado que yo estuviera en la película. Hay una referencia a El espíritu de la colmena: se cierra ese círculo que empezó en 1973.
XL. Cuando hizo El espíritu de la colmena, Cría cuervos, El nido…, por las que recibió tantos premios en certámenes nacionales e internacionales, usted no actuaba, dice. ¿Fastidia que, después, preparando tanto cada actuación no consiga los mismos premios que aquella niña espontánea?
A.T. ¡Jajaja! Con esta pregunta hundes a cualquiera; menos mal que tengo el ego bien colocado. No creo que mis mejores actuaciones fueran aquellas: a los niños se les pide no que actúen, sino que sean ellos mismos, por la verdad tan auténtica que transmiten. Un famoso actor decía: «Nunca trabajes con niños ni animales: te robarán el plano» [ríe].
XL. Vive entre Madrid y Nueva York, tiene una hija de un matrimonio con un fotógrafo neoyorquino… ¿Su hermetismo se debe al exceso de fama que tuvo de niña?
A.T. No, aunque es verdad que entonces lo llevé mal. Hoy procuro separar mi vida profesional de la personal, pero hablo de las cosas con naturalidad. Últimamente he hecho obras de teatro fantásticas, de las que como actriz estoy muy contenta. La fama está bien; pero si la gente no te ve en televisión, cree que no haces nada. Si no estás en una serie, parece que no trabajas.

«Soy muy cafetera»
«Un par de cafés con poca leche. Una tostada grande de buen pan con huevos revueltos; o con aceite de oliva, aguacate, tomate, queso y sal; o con embutidos».
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