Adivina quién es mejor amante Los secretos de sus exnovios Gwyneth Paltrow compara a Brad Pitt con Ben Affleck en la cama

Desde que interpreta el papel de gurú de estilo de vida, Gwyneth Paltrow no escatima detalle sobre su vida sexual. Desde sus rituales de masturbación hasta el olor de su vagina, todo ello comercializado, claro, a través de perfumes y 'utensilios' sexuales que vende por cifras millonarias.

Ahora ha ido un paso más allá al hacer repaso de la 'eficacia' sexual de sus famosos amantes en el pasado: Brad Pitt y Ben Affleck. En sus confesiones en el pódcast Call her daddy cuenta que Brad era más romántico y Ben, más divertido y les da un empate a su destreza besando, pero sobre quién era mejor en la cama, la respuesta es contundente: «Brad era el tipo de persona con quien tienes química, el amor de tu vida en ese momento. Ben era técnicamente excelente».

Más confesiones y muchas 'separaciones conscientes'

En cuanto al resto de las preferencias, la actriz dejó claro que Brad Pitt tenía más estilo y era más romántico, mientras que Ben era el que más la hacía reír y con el que más discutía. El presentador del pódcast, Alex Cooper continuó sus preguntas sobre los ex de Paltrow haciéndola participar en un juego titulado ‘¿Con quién te casarías, con quién te acostarías, a quién matarías?’. «Obviamente me casaría con Chris Martin porque me dio a mis dos hijos, que son los amores de mi vida, así que haría todo eso de nuevo», dijo la actriz en relación al líder de Coldplay con el que estuvo casada de 2003 a 2016. Con respecto al tema sexual, Paltrow confesó que volvería a acostarse con Brad Pitt y a Ben «que Dios lo bendiga».

La relación de Gwyneth Paltrow con Brad Pitt empezó en 1994 durante el rodaje de la película Seven, pero la pareja terminó en 1997. «Realmente no había explorado quién era yo, qué era importante para mí, cuáles eran mis límites, nada de eso. Así que estaba totalmente desconsolada cuando rompimos. Era justo lo correcto en ese momento, pero fue realmente difícil», contaba la actriz. El mismo año de su ruptura con Brad, Gwyneth empezó a salir con Ben Affleck y estuvieron juntos tres años. En el año 2002, la actriz comienza una relación con Chris Martin con el que tuvo dos hijos hasta que en 2014 anunciaron su separación. Actualmente está casada con Brad Falchuk, un guionista al que conoció durante el rodaje de la serie Glee.

Según explica la actriz en varias entrevistas, a pesar de sus rupturas, mantiene una excelente relación con todos ellos. Es más, ha acuñado el término 'separación consciente' para referirse a la amistad constructiva que tiene con sus exparejas más conocidas. «Cuando has pasado un tiempo muy significativo con otra persona, es genial que ese vínculo pueda transformarse en una amistad. No quiero que haya mala sangre entre nosotros, y si es posible lo voy a evitar siempre», señalaba en conversación con internautas.

Un imperio de vibradores y 'aromas íntimos'

Artículos cotidianos y excéntricos a precios absurdos. Así comenzó Goop, el negocio que Paltrow lanzó en 2008: una empresa de productos para el bienestar con un precio (y en ocasiones también con una finalidad) que está por encima de sus posibilidades. El spray repelente de vampiros psíquicos para acabar con las malas energías, un enema de café, un vibrador de oro y su gran apuesta: velas con olor a su vagina. Ahora también en roll-on.

Entre las cosas más locas que proponía la actriz en su página web también se encontraban recomendaciones para realizarse baños de vapor vaginales: «Te sientas en lo que es esencialmente un minitrono y una combinación de vapor infrarrojo limpia tu útero», explicaba sobre un producto que prometía limpiar las partes más íntimas.

Por supuesto tanta excentricidad tuvo sus consecuencias y algunos de sus productos más controvertidos fueron los huevos de cuarzo, unas piedras recomendadas para introducir en la vagina. ¿El resultado? Su empresa fue demandada  por afirmar que introducirse un trozo de jade o cuarzo en los genitales «regula los ciclos menstruales, evita el prolapso uterino y aumenta el control de la vejiga». Los médicos advirtieron de que podía provocar un shock tóxico, y acabó aceptando pagar una multa de 145.000 dólares.