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Suicidio: romper el silencio 02 | Gervasio Deferr, exgimnasta bicampeón olímpico «Quería que todo acabase. Mi mejor medalla es seguir vivo»

Más de 4000 personas se quitan la vida cada año en España y la cifra sigue aumentando. Tras décadas de tabú y silencio, varios personajes públicos dan un paso adelante y nos cuentan su historia. El bicampeón olímpico Gervasio Deferr, el actor y expresentador de ‘CQC’ Javi Martín y el exitoso productor televisivo Ramón Campos saben que hablar salva vidas.

Por Raquel Peláez | Fotos Daniel Méndez

Miércoles, 11 de Enero 2023

Tiempo de lectura: 4 min

Gervasio Deferr nació en 1980 y desde pequeño cosechó varios éxitos en gimnasia artística, pero su culminación llegó con el oro en salto en los Juegos Olímpicos de Sídney. Su caso de dopaje en 2002 le hizo perder la plata del Mundial de Debrecen (Hungría), pero dos años después se redimió y logró el oro en salto en Atenas. En 2008, en Pekín, se hizo con la medalla de plata en la disciplina de suelo. Es autor del libro Gervasio Deferr, el gran salto, de la editorial Península. «Muy pocos saben el precio que pagué por la gloria y todo lo que sufrí antes y después de mi retirada», cuenta. Con él hablamos sobre su descenso al infierno.

«Ya hace mucho tiempo, desde que volví de los Juegos Olímpicos de Río (2016), que el fantasma del suicidio no se ha vuelto a cruzar por mi mente. Tengo claro que moriré cuando sea, pero que yo no lo voy a provocar. En aquel momento, lo que yo quería era que se acabase todo. No me refiero tanto a la idea de agredirme a mí mismo, sino a pensar en que, si todo se apagaba durante una melopea, me daba igual. En aquella época, además, a mi madre le había dado un infarto y yo no había podido estar con ella por mi problema con el alcohol, así que al final me dije: 'Gervi: o pides ayuda o te vas de aquí porque solo no puedes'. Ahora intento hacerle entender a la gente que el suicidio no puede ser una opción porque hay que pensar en los que te quieren y porque vale la pena vivir. Mi mejor medalla es seguir vivo».

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+ Suicidio: romper el silencio (1)

Javi Martín, actor y expresentador de 'Caiga quien caiga'

«El sufrimiento es tal que piensas que la única solución es saltar»


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+ Suicidio: romper el silencio (3)

Ramón Campos, productor televisivo de éxitos como 'Fariña'

«Me intenté suicidar con pastillas. No sé ni cuántas cajas me tomé»


«La primera vez que pensé en el suicidio tenía unos 15 años. Me daba asco el mundo. Y no es que esa idea haya estado rondando permanentemente por mi cabeza, pero sí que se ha cruzado por mi mente en momentos de debilidad».

«La primera vez que pensé en el suicidio tenía unos 15 años. Me daba asco el mundo»

«Hasta que no conseguí un resultado relativamente importante, como el séptimo puesto del Campeonato del Mundo en el 97 o el Campeonato de Europa del 98, no he tenido un duro. Siempre iba justísimo, sufriendo por no tener para comer. Y a eso se sumaba que, con 15 años, yo sentía mucho rechazo por todo. Siempre he creído que era diferente: por ser pobre, por ser hijo de padres separados y 'sudacas' [sus padres emigraron desde Argentina en 1976, escapando de la dictadura militar]. Además, como desde los 13 años vivía en el Centro de Alto Rendimiento solo, sentía mucho vacío. Nadie me entendía y yo no entendía a nadie, así que en esa época sí que se me pasaba por la cabeza 'salto de un edificio y me da todo igual'. En el momento en el que empecé a beber ya no pensaba en saltar, sino más bien en intoxicarme hasta que se me parara el corazón».

«Ahora intento hacerle entender a la gente que el suicidio no puede ser una opción porque hay que pensar en los que te quieren y porque vale la pena vivir»

«Siento que toda la vida he tenido que demostrar al mundo lo buen gimnasta o lo buena persona que soy. Y eso me agota. Y, cuando me agoto, mando al mundo entero a la mierda. Pero, en realidad, el que quiere irse a la mierda soy yo, para que mi cabeza pare. Con el positivo de marihuana [en el año 2002], la sombra del suicidio volvió a emerger, como un cartel de salida en una autopista infernal, igual que cuando vi lo que les ocurría a algunos deportistas olímpicos a los que conocí. Gente aparentemente alegre, fuerte, enérgica. Como mi querida Blanca Fernández o Jesús Rollán, gran portero de waterpolo y mejor amigo al que tuvimos la enorme pena de perder demasiado pronto. He visto a muchos compañeros y compañeras de gimnasia y otros deportes sufrir un montón. Lo que pasa es que, en vez de sentarnos y contarnos lo que nos pasaba, nos íbamos a tomar algo y ya está: ¡a tomar por culo! Al final, cada vez que tenías un problema o estabas agobiado te ibas de fiesta. Por eso, cuando a mí se me acabó la gimnasia, solo me quedó la bebida».

«Ahora trato de devolverle a la gimnasia todo lo que me ha dado. Tengo un gimnasio en el barrio de la Mina (Barcelona) e intento enseñar a los chicos y chicas que se asoman a este deporte para que sientan la misma curiosidad que sentía el pequeño Gervi y les explico que en la gimnasia y en la vida hay que ser valientes, hay que dar la cara».

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El Ministerio de Sanidad pone en marcha la Línea 024, de Atención a la Conducta Suicida, con el lema 'Llama a la vida', que funciona las 24 horas del día, los 365 días del año.