Josebe Arrillaga y Ángeles de la Sota, artífices en la sombra del éxito del «Rías Baixas Style», llevan años «animando» el instituto Monte da Vila
26 may 2013 . Actualizado a las 06:54 h.Abunda la filmografía que gira en torno a profesores de esos que marcan la vida de sus alumnos. Maestros que enderezan rumbos torcidos y que desatan las cadenas que asfixian conciencias. Josebe Arrillaga no se parece demasiado a ninguno de esos maestros de película. Ella, que se empeña en agitar el ánimo y la creatividad de sus alumnos, aplica su propio método para lograrlo. Consiste este en convencer a los adolescentes de que «no vale el ?me gustaría hacer...? Solo vale el hacerlo».
La lección, no crean, tiene su miga: Son muchas las personas que alcanzan la madurez sin haber logrado poner en práctica ninguno de sus planes, sin haber perseguido ninguno de sus sueños. Quizás sea porque no se han cruzado con nadie que les haya dicho que «no hay que ser un genio para hacer algo bueno, no es verdad. Lo que hace falta es mucho esfuerzo, mucho trabajo, muchas horas», cuenta Josebe.
Disculpen, no les he presentado aún. Josebe Arrillaga es profesora en el instituto Monte da Vila, O Grove, desde hace trece años. Su nombre y su acento delatan que viene del País Vasco, «de Lekeitio, un pueblo pesquero muy cerca de Bilbao». Y como se declara «de pueblo y de mar», en la península meca se siente a gusto. Y eso que cuando pisó por vez primera el Monte da Vila se le cayó el alma a los pies. «Es un edificio tan feo...». La verdad es que quien diseñó el centro no se esmeró, y los pasillos son largos túneles de bloques de cemento pintados de color crema.
Cualquier otro intentaría cerrar los ojos y no mirar. O mirar lo justo. O incluso regodearse en la fealdad del edificio, que también hay quien peca así. Pero Josebe, aplicando su teoría vital, decidió que no bastaba con estar a disgusto con la estética del centro. Así que comenzó a cambiarla. Para ello, echó mano de dos alumnas de segundo que decoraron las columnas de la entrada con dos ilusiones ópticas: un círculo que se completa con la perspectiva y dos indios siameses. Tras esa intervención inicial, de las clases de la profesora de plástica han empezado a salir murales para dar un poco de color a las aulas y a los pasillos. Y de las paredes cuelgan, también, las fotografías realizadas por los participantes en un concurso de fotografía que se realiza cada mes. «Siempre sobre un tema concreto. Eso hace que los chavales se fijen, que miren, que busquen detalles». En definitiva, que observen.
Como es especialista en producción audiovisual, Josebe se ha convertido en el punto de apoyo de todos aquellos alumnos que tienen un proyecto en la cabeza y que quieren alumbrarla, sacarla a la luz. Así nació el éxito del Rías Baixas Style de Dani Cornes. Fue un compañero de este quien habló de su versión del éxito coreano. «La escuchamos y decidimos grabar un vídeo». Antes de coger la cámara hubo mucho trabajo por hacer. Ahí entró en juego la profesora de música, Ángeles de la Sota, una soriana tan animosa como la profesora vasca. Ambas ayudaron a los alumnos a realizar un guion plano a plano que, luego, hubo que modificar por culpa de los imprevistos. Así acabaron rodando unos planos en la lonja, o incorporando como artista invitado a un pescador que estaba tranquilamente, con su caña, en el puerto. «Acabamos pidiéndole que se moviese de un lado a otro», recuerda Josebe.
El vídeo fue un bombazo. Ha recibido más de 641.000 visitas en Youtube, y la canción es banda sonora de muchas fiestas. «Dani tiene mucho talento», dicen sus profesoras. El fenómeno, que acabó inmortalizado en unas camisetas que se vendieron como rosquillas, no hubiese llegado tan lejos si no fuese por el trabajo realizado por rapaces rebosantes de motivación. Y por unas profesoras que no tienen miedo a poner horas sobre la mesa. «Mucho trabajo se hacía por las tardes, claro, porque también tenemos que dar clase, no va a ser todo ji-ji».
Nada más llegar al centro, Josebe pintó la entrada. «Esto era tan feo...», dice.
El vídeo de Dani Cornes fue un bombazo. Ya lleva más de 641.000 visitas en Youtube