Gatopeixe: sencillez, sabor y un menú del día de lo más resultón

Apenas lleva dos meses abierto, pero gracias a una carta corta en la que los sabores clásicos comparten espacio con otros de corte viajero y, sobre todo, con un menú del día variado y resultón, Gatopeixe es uno de esos locales en los que, si uno cae de paso, sonreirá satisfecho con cada bocado. «Le dimos un lavado de cara, una estética nueva con ayuda de la familia y amigos y quedó muy cuquiño. Más complicado fue lo del nombre, pero como a los dos nos gustan los gatos y somos buenos peixes, pues así quedó», explica Mauro Lago, propietario junto a su prima Carla Buceta —ella además es la que cocina— de este local del entorno de la calle de la Torre.

No se complican en lo que ofrecen. Son platos sencillos, gustosos, y que van rotando según la temporada y lo que encuentren en el mercado. «Hay cosas que no se mueven en todo el año, pero nos adaptamos a la estación. Ahora empezaremos con los de cuchara, los guisitos, alguna sopa…», anuncia. Los berberechos en salsa no deberían faltar en ninguna comanda. Los preparan siguiendo la receta de su abuela, con una salsa básica de ajo, cebolla y tomate que queda invadida por el jugo y la intensidad del bivalvo y que invita a mojar pan hasta limpiar el plato. Las croquetas de mejillón, melosas y sabrosas, son otro de sus fuertes. «Es una de las cosas por las que la gente suele juzgar, y están gustando mucho», reconoce Mauro. La carne —siempre tienen presa de cerdo y entraña de ternera— se pasa al momento por la plancha y se acompaña de unas patatas fritas de verdad, lo que siempre resulta bienvenido. Si uno busca contrastes, tiene en los fideos udon con verduras y gambas marinadas en cítricos, todo un acierto. La carta es perfecta para compartir, con propuestas de lo más generosas (tienen opción de media ración), y en la que las verduras y el pescado fresco también tienen su hueco. El toque dulce lo ponen dos tartas, de queso al horno y de la abuela, que se preparan con el mejor de los ingredientes, «la buena mano y todo el amor» de la madre de Mauro.

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