El pequeño inversor, indefenso ante ataques como el llevado a cabo por Gotham contra Grifols

clara alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

El logo de la farmacéutica Grifols, en una imagen del año 2021
El logo de la farmacéutica Grifols, en una imagen del año 2021 ALBERT GEA | REUTERS

El mercado apunta a la escasa capacidad del supervisor para prevenir pérdidas a los minoristas ante posibles escándalos

14 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Lunes 8 de enero. La misteriosa firma de inversión Gotham City empezaba a jugar sus cartas en el mercado anunciando a través de sus redes sociales la publicación de un informe con el que prometía dar jaque a una cotizada española. Al día siguiente, poco antes de la apertura de las bolsas europeas, se confirmaba que su víctima era Grifols, a la que acusa de ocultar su verdadero endeudamiento aprovechando un supuesto entramado de relaciones cruzadas entre la empresa, varias de sus filiales y Scranton, el brazo patrimonial de la familia.

Grifols lo ha negado todo estos días. Pero mientras las autoridades competentes analizan tanto el documento como la defensa de la compañía —que para muchos ha sido extremadamente tibia— este caso ha vuelto a sacar a la luz la indefensión con la que los inversores particulares se enfrentan en muchas ocasiones a los tiburones del mercado. Es cierto que existen importantes —y efectivas— normas para proteger a los minoristas, como la regulación europea MiFID. Pero eventos como el de Grifols evidencian la escasa capacidad de los supervisores para prever, antes de que sucedan, escándalos que pueden borrar de un plumazo los ahorros de los afectados.

«La CNMV es la que tiene competencias para verificar la información y garantizar que todas las actuaciones de las empresas cotizadas sean acordes a la ley», indicaba el viernes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Ante el derrumbe del 42 % que sufrieron las acciones de Grifols el mismo martes, el supervisor decidió no suspender de negociación las mismas. «Al inversor se le protege con información, no con la suspensión», defendió la institución.

El problema es que, pese a que el mensaje es convincente, «la realidad es que en el mercado siempre hay unos —grandes fondos, los propios accionistas de referencia, o los gestores— que cuentan con más información que otros que, por lo general, son los particulares», indica Rubén García-Quismondo, socio director de Quabbala Abogados y Economistas. Por no hablar del escaso margen de maniobra del particular ante movimientos irracionales o especulativos, muchas veces sin justificación económica real. «La CNMV no puede impedir la especulación porque es algo propio del mercado de valores, es una práctica lícita y dota de liquidez a las acciones», indican los expertos. Pero, a partir de ahí, cabe cuestionarse la ética del mercado y la actuación de quiénes lo regulan. «Si lo que dice Gotham es cierto, ¿cómo no lo vio el supervisor, encargado de comprobar que la información que recibe de las empresas es fehaciente y veraz?», se pregunta García-Quismondo. «Y, si es falso, cómo es posible que se haya provocado este caos?», añaden los analistas.

Aunque la mayoría de los particulares invierten en bolsa a través de fondos de inversión, gestionados por profesionales, también hay un porcentaje elevado de free float (porcentaje de capital que se negocia libremente en bolsa) formado por personas que dependen de que todo el sistema funcione. Y aquí entran todos: desde los administradores de la empresa, a los auditores de sus cuentas y los supervisores, pasando también por algunos analistas que estos días se han sumado a Gotham para reclamar que ellos ya lo veían venir. Aunque no avisaron.

Más allá del caso concreto de Grifols, donde la mayoría coincide en que el problema es el abultado endeudamiento, los expertos insisten en que «si se comprueba que las cuentas de una cotizada no son lo que deberían ser, la conclusión que sacan los inversores es que es peligroso estar en el mercado, que el sistema no funciona». Ya se ha visto en otras ocasiones, como Pescanova, Bankia, Banco Popular… y eso solo en lo referido a recientes casos de cotizadas castigadas por falsear cuentas, en los que también entra el fraude de Gowex, que también destapó Gotham en pleno bum de la compañía.

Quién es quién en la crisis del gigante catalán del plasma

El gigante del plasma, ahora en pleno huracán por las denuncias de ocultación de deuda, afronta la mayor crisis bursátil de su historia.Estos son algunos de los personajes clave de esta crisis:

Thomas Glanzmann

Es el actual presidente. Nacido en Estocolmo (Suecia) en 1958 pero con nacionalidad suiza, es un veterano ejecutivo de la industria farmacéutica que lleva las riendas de Grifols desde la primera mitad del año pasado, ya que en febrero del 2023 fue nombrado presidente ejecutivo, tras la dimisión de Steven F. Mayer por motivos de salud. En mayo Glanzmann concentró todo el poder ejecutivo de la multinacional al ser nombrado también consejero delegado, y desde entonces ha tratado de enderezar el rumbo de Grifols continuando con el plan de reducción de costes y de desinversiones activado en febrero.

Víctor Grífols Roura

El histórico Víctor Grífols Roura (Barcelona, 1950), actual presidente de honor de la compañía, es el artífice del crecimiento de la empresa, a la que llevó a cotizar en bolsa y a convertirse en un gigante de los hemoderivados con fuerte presencia en EE.UU. Arrancó su trayectoria en la firma en 1973 como director de exportaciones, luego se hizo cargo de las ventas y en 1987 sucedió a su padre, Víctor Grífols Lucas, y se convirtió en consejero delegado de la firma. Tras un primer intento fallido de salida a bolsa en el 2004, la llevó a dar finalmente el salto al parqué en el 2006. En el 2010 llevó a cabo una atrevida operación: la compra de la estadounidense Talecris, que por entonces era una compañía más grande que ellos. Supuso convertir a Grifols en un actor global del plasma, pero también disparó su endeudamiento, algo que ahora sigue siendo el lastre principal de la compañía. Fue capaz de catapultar el valor en bolsa, un ascenso meteórico que él comparaba a veces en las juntas de accionistas con el de Inditex, pero al mismo tiempo ha diseñado, junto al responsable financiero de Grifols, Alfredo Arroyo, y personas de su confianza la compleja arquitectura fiscal y de deuda de la multinacional. Dejó el consejo en diciembre.

Raimon Grífols y Víctor Grífols

Los anteriores consejeros delegados son, respectivamente, hermano e hijo del presidente de honor de la compañía, Víctor Grífols Roura. Este último pretendía una transición tranquila y en el 2017, cuando tenía 67 años —a la misma edad que su padre le cedió el mando de la compañía—, nombró consejeros delegados solidarios a ambos, un cargo que ejercieron hasta mayo del 2023. Han llevado a cabo también grandes operaciones en su etapa al mando de Grifols, como la adquisición de un 26 % de la china Shanghai Raas, o de la alemana Biotest, unos movimientos que elevaron nuevamente la deuda de Grifols. El covid hizo que se desplomara el abastecimiento de plasma de Grifols y ambos directivos se lanzaron a compras de centros de plasma de otras empresas para compensar la caída, y eso contribuyó a endeudar aún más a Grifols, una bola de deuda que la ha puesto en el ojo del huracán.

Daniel Yu

Poco se sabe del el misterioso personaje que se esconde detrás de Gotham City Research, la firma bajista de análisis que, inspirada en la metrópolis donde Batman juraba venganza contra los criminales, pretende representar el papel de «justiciero» destapando presuntas irregularidades empresariales. Aparte de su educación en el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y su trabajo previo como analista de fondos de cobertura, es bastante desconocida la vida de este analista estadounidense de origen asiático que ha saltado de nuevo a la palestra tras poner a Grifols en el centro de la diana.