La lluvia coge a Rías Baixas con la uva ya en bodega

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El grueso de la recogida de este año se terminó el pasado sábado y ya solo quedan por vendimiar pequeñas parcelas

14 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Las lluvias volvieron a hacer su aparición ayer en los territorios de la denominación de origen Rías Baixas. Pero las condiciones meteorológicas ya no podrán afectar al grueso de la cosecha de este año. Tal y como se había previsto, buena parte de las bodegas aprovecharon la semana pasada para apurar la recogida. A estas alturas, son muy pocas las parcelas en las que todavía queda algo pendiente. Se trata, en la mayoría de los casos, de fincas cuya producción se destina a vinos de elaboraciones especiales.

Lo que se preveía que iba a ser una vendimia lenta y escalonada se ha convertido, en realidad, en una tarea rápida y ágil. La llegada de las lluvias en el momento justo en el que estaba previsto comenzar con la recogida, obligó a retrasar todavía más una vendimia que ya llegaba mucho más tarde de lo que es habitual. A ello se le sumó el hecho de que las predicciones meteorológicas de esta época no son demasiado fiables. Por todos estos motivos, buena parte de las bodegas decidió aprovechar la semana pasada para vendimiar la máxima cantidad posible. Las prisas aumentaron cuando se comprobó que el agua había provocado la rotura de la uva y, con ello, la aparición de la Botrytis. Para evitar que la plaga se extendiera, las bodegas decidieron dar más impulso a la tarea.

En una semana

Así las cosas, las previsiones apuntaban a que el pasado sábado buena parte de la producción prevista para este año iba a estar ya en las bodegas. Empresas y viticultores realizaron en una semana una tarea que, en un año, normal se prolonga durante un mínimo de diez días. Pero este año no ha habido tiempo a más. Y, por fortuna, el sector se dio prisa, pues las lluvias volvieron a hacer ayer su aparición en las tierras de Rías Baixas.

A pesar de todos estos inconvenientes, la denominación de origen está satisfecha. La cosecha de este año es abundante. Las previsiones se han cumplido y, aunque por el momento no hay cifras oficiales, todo apunta a que la producción se situará entre los 30 y los 35 millones de kilos. Será una de las más grandes, en lo que a cantidad se refiere, de la historia de Rías Baixas. Contentos están también los viticultores con la calidad, pues el fruto que ha entrado en las bodegas está en buen estado sanitario y con los parámetros adecuados de acidez y grado.

Quejas de Unións Agrarias

Lo que no está claro es si, finalmente, toda la producción ha llegado a las bodegas. Unións Agrarias denunció esta semana que muchas empresas se han negado a coger la uva de los viticultores, alegando que carecen de capacidad financiera para ello. El sindicato sostiene que esta es una fórmula de chantaje hacia los pequeños productores para lograr un precio muy bajo por el kilo de uva. La formación reclama una reunión urgente de la mesa del vino.

30-35 millones

La cosecha

Las previsiones apuntaban a que la producción iba a rondar los 32 millones.

6.677

Los viticultores

El sector ha tenido que contratar entre dos mil y tres mil personas para la vendimia.

4.064

Hectáreas

Extensión de viñedo que ampara el consello regulador de Rías Baixas.