En estos locales de la Costa da Morte se come a lo grande

Es verano, hace buen tiempo -relativamente-, y lo que apetece es pasar el menor tiempo posible en casa. Los locales hosteleros de la Costa da Morte lo ponen fácil con propuestas de lo más atractivas, abundantes y económicas, aunque esto último ya depende del bolsillo de cada uno. Dos tendencias actuales son las tablas con producto variado para la comida principal, y el brunch, que imita al desayuno inglés, para primera hora del día o a media mañana.

«Brunch»

El Bar Dubra, en Carballo, que abrió en plena pandemia, es quizás el que más trabaja las primeras comidas de la jornada. «É algo novo aquí. Moita xente, antes, para atopalo, tiña que desprazarse a outros lugares», comenta la encargada, Katy Garrochena González. Tostadas muy completas, boles de fruta, batidos y aperitivos salados como el pan bao con huevos y panceta son solo algunas de las posibilidades. La hora perfecta para darse este homenaje es a las 11.30-12.00, apunta Katy. Ya hay quien celebra su cumpleaños con este formato. Y es que «é case como comer», comenta Garrochena González. Para ejemplo, la oferta de la que disponen: cinco platos, café y un sorbete para dos personas por 25 euros. En verano, el bol de açaí -fruta machacada- es el que más se vende por ser el más refrescante.

El Oito Bar, también en la capital de Bergantiños, se suma a los desayunos contundentes con alternativas destacadas como la tapa de tortilla por 2 euros o las tortitas, por 1,80, extras aparte (sirope de chocolate, nata montada, frutas, semillas...). Son muchas más las propuestas y aún lo quieren potenciar más, asegura uno de sus gerentes, José Manuel Canedo Outeiro, que asimismo se muestra muy satisfecho con el funcionamiento de este servicio. La Vermutería o el Colón, en Carballo, son otros locales con posibilidades muy dulces y saladas. El aguacate, el queso o las nueces son ingredientes que se han convertido en básicos de un desayuno.

Varios sabores en una bandeja

Otra tendencia actual son las raciones de distintos tipos servidas en una tabla de madera de grandes dimensiones. En el Bar Toba, de Cee, en realidad, lo llevan haciendo desde hace unos años, si bien reconocen que es en estos momentos cuando más éxito tienen. Ofrecen dos. Una lleva media tortilla, churrasco de cerdo y de ternera, un chorizo criollo y pulpo á feira. La otra, raxo, zorza, calamares, pulpo y patatas fritas. Ambas cuestan 19 euros y dan para comer tres personas, a un precio muy asequible de unos 6 euros por cabeza. «Inventámolas para chamar a atención da xente e son o noso forte. Temos 25 bandexas na cociña e, ás veces, non nos chegan. Hai xente que vén recomendada polas táboas dende as Canarias», explica el responsable, Juan Francisco Castro López, junto a su mujer, la experta cocinera Pilar Rodríguez Pereira.

O Lar de Pacheco, en A Laracha, es otro de los locales de la Costa da Morte que también ofrece raciones en tablas. Las tiene de distintos tipos. De raciones, en las que incluye chipirones, pulpo, croquetas, nuggets de pollo y patatas; de carne, donde la novedad es la vaca vieja, los chorizos rojos, los zancos de pollo y los pimientos de Padrón, a mayores de churrasco mixto de ternera y cerdo, y ojo, porque también las tiene de pescado y de marisco, que varían según el día. Lubina salvaje, merluza y rodaballo, o zamburiñas, almejas y centollo, son algunos de los productos que suelen llevar. Los precios van desde los 30 euros hasta los 75. Dan para comer dos personas o tres, según el bocado. «É o mellor que se pode recomendar para a xente que busca probar un pouco de todo. Funciona moi moi ben», cuenta el dueño, Eloy Alvarellos Caamaño.

Las hamburguesas y las pizzas gigantes son clásicos que nunca pasan de moda

Clásicos como las hamburguesas, las pizzas y los platos combinados gigantes nunca han pasado de moda. En este sentido, la comarca también tiene una amplia representación de negocios que elaboran estas creaciones.

Pizza Tutto, en Carballo, elabora masas de medio metro de diámetro, que luego decora con infinidad de productos. Cuestan sobre 20 euros y dan para comer unas dos personas. Oferta casi 40 especialidades en el formato familiar. Las que más salen, según comenta la propietaria, Ana Fariña Angrelo, son las básicas de jamón, atún y panceta, entre otros ingredientes. Pero las tienen muy completas como la que lleva el nombre de la empresa, de pimiento, salami, alcachofas, champiñones, espárragos y cebolla, entre otros productos. El secreto está en la frescura de todos los pasos que realizan. Pizzería Di Troppo, en la capital de Bergantiños, también elabora pizzas de gran tamaño.

Las hamburguesas son otro plato que siempre apetece. El Bar 129 de la Gran Vía carballesa es conocido por rellenarlas de forma abundante. La que lleva por nombre «carnívora» incluye dos hamburguesas (hay cuatro tipos a escoger), queso chédar, lechuga, tomate, pepino, cebolla, lomo al horno y salsa picante, además del pan de panadería. Cuesta 6 euros, y con el combo de patatas fritas y refresco, 8,60, al igual que el sandwich María, de tres pisos, con queso, lomo, panceta, huevo, hamburguesa, lechuga y tomate.

Los platos combinados son otra opción. En Pizzería Il Molino, de Coristanco, destacan por su gran tamaño. El de milanesa de pollo con queso, patatas fritas y lechuga arrasa, también por 8 euros. Otro de calamares y tortilla francesa con el mismo acompañamiento y precio, tiene asimismo mucho éxito. Pero son muchos más los establecimientos a descubrir en la zona.