La caña de cerveza ya alcanza o incluso supera los 2,40 euros en los bares de la Costa da Morte

Carballo

melissa rodríguez carballo / la voz

A la contra. La camarera del bar de la estación de buses posa con el café normal que sirven, equivalente a uno doble en otros locales, por el precio de un euro. En este negocio, los menús del día (en estos momentos la cocina está cerrada por una baja) también sorprenden a 7,5, con dos platos, pan, bebida y café o postre, y los hay por 5

Desde hace un par de años, cuando la palabra inflación empezó a ser una constante en las vidas de los españoles (y otras nacionalidades), los clientes habituales de los establecimientos hosteleros de la Costa da Morte empezaron a ver cómo los precios consolidados de servicios tan habituales como un café o una caña fueron cambiando en un breve período de tiempo, como es lógico, para adaptarse al nuevo escenario. Lo cierto es que esa escalada continúa a día de hoy, toda vez que la situación de incrementos se mantiene en el mercado. Así, en localidades como Malpica o Caión estrenaron la carta actualizada con el inicio de la temporada medio-alta en Semana Santa, mientras que en Cee ya lo hicieron un poco antes. En estos municipios, los profesionales del sector abordaron la cuestión en conjunto, aunque siempre hay excepciones.

Como en las anteriores veces, las subidas oscilaron, de forma genérica, entre 10 y 20 céntimos. En Carballo, donde el asunto no fue tratado expresamente entre los autónomos, los costes de los productos también se mueven, más o menos, en los nuevos rangos, con sus picos por encima y por abajo. Muchos gerentes hicieron el cambio con la entrada del nuevo curso o del año. Al contrario, en Baio, continúan con los establecidos en el 2023.

Así, tras los recientes ascensos experimentados, un café normal ya alcanza 1,40 euros (1,50 en Caión), en tanto que los refrescos, las cervezas y las cañas se venden a 2,40, con casos puntuales para las dos últimas de 2,50 en la capital bergantiñá. Por esta misma cantidad se despachan buena parte de los vinos más comunes como los Albariños o los Riojas. La excepción a la regla son los cosecheros, siempre con un coste inferior.

Los márgenes de ascensos varían un poco según el concello. En Malpica, imperan los valores citados. En Cee, las cañas, las cervezas y los refrescos subieron de 2,10 a 2,20 euros, mientras que en Caión, estos últimos, pasaron de 2,20 a 2,30. Son solo algunos matices. En Baio, 1,30, para el café, y 2,20, para los refrescos y las cervezas, son los precios que reinan.

El aceite, por las nubes

Según explicaron varios hosteleros de estas zonas, en lo que a bebidas se refiere, el precio de la cerveza, sobre todo, subió notoriamente para ellos. Un producto que todos los empresarios citan es el aceite, especialmente el de oliva. A unos 8 euros el litro, señala Gonzalo Álvarez, de La Bombonera y la junta de la agrupación hostelera de Carballo, que también pone la mirada en las cotizaciones de autónomos y las nóminas de los trabajadores, entre otros gastos. «Las consumiciones llevan su pincho», recuerda Silvia Doldán, del bar J. B. y de la directiva de la asociación del sector en Malpica.

Alberto Cuenca, de Furna Atlántica (Caión), se fija con especial detenimiento en los costes de los productos frescos como el pescado. En la misma localidad, Cruz Iglesias, del Asteria, destaca el precio de la luz. Desde La Marina, en Cee, la encargada, Sandra Soto, también presta atención a las verduras y las frutas.

En el Trébol de Baio, Mario Romero dice que van «aguantando» como pueden. Los valores de la carne, el café, las harinas o las patatas y los impuestos por las terrazas —la lista se hace infinita— son otros de los detalles que tienen en cuenta los hosteleros. Otras fuentes fueron consultadas. «La inflación nos ahogaba», dicen algunos, que concluyen recalcando lo que es un hecho: «Somos negocios, no estamos para perder dinero».

La excepción: café doble a un euro

Siempre hay quien va a contracorriente, y además, con total convicción, satisfacción y éxito. Para ello cada quién es dueño de su negocio. Así, en Carballo, todavía es posible tomarse un café por 1 euro, y a 1,20 el doble (más barato que el normal en la mayoría de los sitios). Sucede en el Jaque Mate. Pero para mayor sorpresa todavía, está el bar de la estación de buses, donde el café básico lo hacen en lo que para el resto es la taza del doble, explica la responsable, Raquel Rodríguez, que lo cobra a precio redondo, 1 euro, y a 1,30, otro, incluso, de mayor tamaño. En ambos establecimientos destaca también el precio de las cañas, a 2 euros, y más productos en el caso del Jaque Mate; 2,20 en la estación.

«Llevo así muchos años. Claro que me afecta todo, pero trabajo yo solo y voy aguantando. Estoy contento así», dice Sergio Sindaco, gerente del Jaque.

«Tengo estudiantes y buseros que se toman varios cafés a lo largo del día. Y esos céntimos se notan. Prefiero vender más cafés. Además, de un kilo de café, a 16,90, sacas cien servicios y siempre te regalan algo [los distribuidores]», manifiesta Raquel.