Feijoo retoma el pulso de las mayorías absolutas
Elecciones 2016
La concentración de prácticamente todo el espectro político del centroderecha gallego en el Partido Popular fue muy productiva en el período inmediatamente posterior a la Transición para evitar la fragmentación del electorado
23 Sep 2016. Actualizado a las 05:00 h.
La concentración de prácticamente todo el espectro político del centroderecha gallego en el Partido Popular fue muy productiva en el período inmediatamente posterior a la Transición para evitar la fragmentación del electorado. Pero trajo un efecto secundario: el PP se quedó sin apoyos en el sistema -hasta la aparición de Ciudadanos- y se ve obligado a ganar en las elecciones por goleada -con mayorías absolutas-, algo que con el tiempo se presenta cada vez más complejo.
Feijoo lo hizo contra todo pronóstico en marzo del 2009, con una participación récord superior al 70 %, denunciando la herencia del bipartito con una campaña dura que cada día -especialmente en la parte final de la campaña- aportaba una denuncia de supuestos despilfarros de los miembros del Gobierno encabezado por Touriño. Finalmente, el BNG perdió un diputado por A Coruña en favor del PP -el PSOE perdía otro en Pontevedra pero lo recuperaba en Ourense tras el recuento del voto emigrante-, con lo que Feijoo lograba una mayoría absoluta raspada de 38 diputados y propiciaba una crisis sucesoria en sus rivales políticos del PSOE y el BNG.
Cuatro años después Feijoo aumentaba esa ventaja y conseguía una mayoría aún más holgada de 41 diputados, convirtiéndose en uno de los pocos dirigentes políticos europeos que revalidaba el cargo e incluso aumentaba su ventaja en el contexto de una grave crisis y de importantes recortes sociales.