La Première 90 y Avanti: las dos aperturas que agitan la hostelería de Ferrol

La hostelería ferrolana sigue dando síntomas de una excelente salud y prueba de ello son las dos nuevas subidas de persiana que ha traído consigo este megapuente de diciembre. La apertura de Avanti en el número 40 de la calle Dolores ha vuelto a llenar de bullicio el antiguo bar Alhambra. Y en la calle Real, La Première 90 ha obrado el milagro de transformar una antigua sucursal bancaria en un acogedor local con mucho encanto.

En este último espacio funcionó también hace ya varias décadas el bazar de Fernando Leal, pero hoy el 90 de Real luce totalmente renovado. Tras poner en marcha seis negocios (un café, una bocatería, dos tiendas de ropa, una concept store y una empresa de reformas), Juan Pedreira y Veva Paisal han ampliado el grupo La Première con un nuevo establecimiento de estética industrial, pero que no resulta frío gracias a los «toques divertidos» que le aportan algunos elementos, como la cabina de teléfono que da la bienvenida al visitante nada más entrar o los cuadros de perros uniformados que cuelgan de las paredes. «El local tiene dos alturas y en el de arriba también hay un cuadro de un perro y dos gatitos vestidos al estilo isabelino, además de una exposición con reproducciones de fotografías de perros de Elliott Erwitt», apunta Veva Paisal, que como Juan Pedreira se confiesa una apasionada del mundo canino.

En cuanto a la carta, La Première aspira a convertirse en un punto de reunión a cualquier hora del día, ya que por las mañanas ofrece desayunos y brunchs (estos últimos por encargo), mientras que por las tardes se puede merendar con smoothies y a la hora de la comida y la cena es posible saciar el estómago con un amplio abanico de pinchos y cazuelitas al «estilo vasco», según explica Juan, tanto «fríos como calientes». «Además, por las noches serviremos copas y también cócteles», anuncia entusiasmado.

Los negocios que comanda junto a Veva dan trabajo ya a casi treinta personas. Y lejos de quedarse ahí, la pareja ya sueña con nuevos proyectos emprendedores, como la apertura de tres apartamentos turísticos en Armas la próxima Semana Santa. O la ampliación del café La Première de esa misma plaza mediante su unión con el local contiguo que da a la calle Magdalena, también en el 2023. Ahí es nada.

Y de la calle Real saltamos ahora a la calle Dolores, porque allí se inauguró el pasado lunes el bar Avanti, de la mano de José Luis Quintiá Manteiga, un profesional con muchos años de recorrido hostelero a sus espaldas. Muchos seguramente se acordarán de él tras la barra del bar Tranvía, el Deluxe, el María 51, o más recientemente, el Vintage de Ultramar. Ahora se acaba de embarcar en la aventura de dar nueva vida al local del mítico Alhambra, que estuvo en funcionamiento durante varias décadas y bajó la persiana hace unos seis meses. «Apuesto por Ferrol al 100 %, me encanta el centro y por eso me decidí abrir este bar», cuenta José, al tiempo que se muestra encantado de compartir manzana con el restaurante Bacelo y darle así «más vidilla» a ese pedazo de Dolores.

El hostelero también cuenta que el Avanti se ha marcado el reto de convertirse en un referente para todos aquellos a los que les gusta disfrutar del fútbol, el baloncesto o cualquier tipo de evento deportivo junto a los amigos, fuera de casa. Y para conseguirlo, no ha escatimado medios. «Contamos con seis pantallas y un proyector de 120 pulgadas», advierte Quintía, que ya el pasado martes consiguió abarrotar el local con motivo del partido España-Marruecos del Mundial de Qatar. «Me quedé sorprendido porque por la mañana ya vino gente a reservar y por la tarde se llenaron todas las mesas tanto dentro como fuera», relata José.

El Avanti ofrece a la clientela todo tipo de bebidas, pinchos y, según anota el hostelero, también pretende «trabajar bien el vermú». Y antes de la despedida, José aclara el origen del nombre del local, por si hubiese alguna duda: «Mucha gente me pregunta si tiene que ver con la gasolinera, pero no. Lo elegí porque me sonó bien, y además, Avanti significa hacia adelante, que es precisamente lo supone para mí este bar, un paso hacia adelante».