Los conciertos de los jueves de verano en Pontedeume, en el aire por las quejas vecinales

Hace un par de décadas que varios locales hosteleros del centro histórico de Pontedeume organizan conciertos en la calle en verano. «Cando eu collín o local [el actual A Ciaboga] xa levaban moito facéndoos. E desde aquela legalizámolo, constituímos a Asociación Cultural Lúas Cheas. Antes facíase cos seguros dos locais e agora ten un seguro propio», explica Francisco Rico Garabana, Coco, uno de los tres empresarios implicados en esta iniciativa, que surgió en su día en el interior del Tostaky, según cuenta, «e despois xa saíu á rúa».

El colectivo Lúas Cheas está formado por los bares A Ciaboga, Varadoiro y Touporroutou, los tres en la calle Real, donde solían celebrar las actuaciones musicales los jueves, desde mediados de julio hasta principios de septiembre. Pero este año, las protestas de los residentes en la zona han puesto en riesgo el ciclo Lúas Cheas, que pretendía arrancar ayer, día 18. «Presentaron un escrito en el concello firmado por los vecinos de la zona, quejándose del ruido que causan», señala el alcalde, Bernardo Fernández. «La calle Real es estrecha, muchas viviendas tienen el suelo de madera, el aislamiento no es el de un edificio nuevo. Y el problema no es solo la música, sino especialmente el barullo de la gente en la calle», agrega.

Los hosteleros necesitan permiso del Ayuntamiento para las actuaciones. «Les explicamos, tanto a los vecinos como a los organizadores, que, si cumplen con la ley autonómica, no va a haber problema y se les va a dar permiso. Tienen que ajustarse a los horarios que establece la ley y al nivel de decibelios», detalla el regidor. «A mucha gente del pueblo le gustaban los conciertos... Hay que garantizar que se cumple el derecho a dormir y estar tranquilo en tu casa y el derecho de desarrollar una actividad económica. Estamos intentando evitar polémicas entre los vecinos», concluye Fernández.

Los últimos años, Lúas Cheas se desarrollaba de 22.00 a 24.00 horas. Rico Garabana asegura que las quejas comenzaron en 2023. «Nós non temos problemas en adaptarnos, e se hai que adiantalos adiantámolos, pero cremos que se non se fan é un prexuízo para o pobo. Temos un seguro propio e incluso recibimos subvencións da Xunta e da Deputación para fomentar a cultura musical», subraya.

Destaca, además, que este ciclo respalda a los grupos de la comarca: «Veñen de Ferrol, Fene, Narón, Pontedeume... Ao mellor o que temos que facer é prescindir da batería e facelos acústicos. Perdería algo da súa esencia, porque moitos grupos teñen batería, pero ao mellor se pode manter baixándolle o volume». Los promotores de esta iniciativa la defienden «como un aliciente do verán de Pontedeume, que trae a moita xente ao pobo». Insisten en que «moitos negocios se benefician diso». Confían en encontrar una solución y arrancar en la velada del día 25.