El Gobierno prorrogará seis meses más los abonos ferroviarios gratuitos forzado por las negociaciones parlamentarias

El Gobierno se ha visto forzado a prorrogar seis meses las actuales ayudas al transporte público, especialmente los abonos ferroviarios gratuitos, por las exigencias de los partidos del bloque de la investidura, una posibilidad que siempre estuvo sobre la mesa pero que el Ministerio de Transportes se resistía a aceptar. Así, la líder de Podemos, Ione Belarra, anunció este jueves que el Gobierno aprobará en el Consejo de Ministros del lunes un real decreto ley para prorrogar durante un año el escudo social con la suspensión de los desahucios a colectivos vulnerables y para extender durante seis meses más las actuales ayudas al transporte. Con este compromiso, Podemos ha decidido apoyar la ley de eficiencia de la Justicia y el PSOE ha podido salvar el veto que impuso el Senado. Posteriormente, fuentes del Ministerio de Transportes confirmaron a La Voz la prórroga de seis meses y la marcha atrás en su nuevo modelo de descuentos en el transporte público, en el que se desterraba la gratuidad.

Era evidente que algún partido político iba a poner las bonificaciones en el transporte como moneda de cambio en las difíciles negociaciones parlamentarias que afronta el Gobierno cada día en el Congreso. Pero hasta hace unos días las conversaciones para crear un nuevo modelo de parece que iban bien encaminadas. El plan era crear un sistema que perdurara en el tiempo y, si no era posible, siempre estaba ahí el comodín de prorrogar el modelo actual. El propio ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguró en su momento que no estaba de acuerdo con la gratuidad, pues generaba problemas de masificación y beneficiaba a usuarios con alto poder adquisitivo.

La prórroga afecta sobre todo a los abonos ferroviarios gratuitos de media distancia y de cercanías, pues los descuentos en los autobuses iban a seguir más o menos en los márgenes de los actuales, con algunos cambios que beneficiarían más a los jóvenes. En el caso del transporte interurbano de competencia autonómica, los descuentos son del 50 %, bonificación en la que el Gobierno aporta el 30 % y la Xunta el 20 % restante. Lo mismo sucede con los buses urbanos. Hace unos días, el Gobierno gallego aseguró que mantendría su parte de la rebaja de la tarifa oficial independientemente de lo que decidiera el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Los buses de competencia estatal continuarán con una bonificación del 100 % del precio del billete.

Era en el ámbito del ferrocarril donde el Gobierno preparaba más cambios, algunos de ellos con un cierto efecto negativo en Galicia, pues se había diseñado una tarifa plana para cercanías, un servicio que solo existe en Galicia en ancho métrico (antigua Feve) entre Ortigueira y Ferrol. Con el modelo que ya no se aplicará hasta julio del 2026, los viajeros recurrentes tendrían más ventajas en cercanías que en media distancia, que es la modalidad más utilizada en Galicia y que se habría quedado con unos abonos nominativos con un 40 % de rebaja.

En cercanías, por contra, se podría utilizar un abono mensual con tarifa plana de 20 euros para todos los desplazamientos, que se reduciría a la mitad entre los jóvenes de 15 a 25 años y sería gratuito para los menores de 15. Este sistema no convencía a plataformas de usuarios como Media Distancia Galicia o Perder o Tren, pero tampoco al BNG, que en las negociaciones de los últimos días defendía un tratamiento especial para el eje atlántico de alta velocidad, al considerar que en este corredor se desarrollan servicios híbridos, a medio camino entre las cercanías y la media distancia, como si todas las ciudades situadas en este eje formaran una gran área metropolitana. En cualquier caso, el grueso de esta negociación habrá que retomarla antes del próximo verano. 

Respecto a los autobuses, los cambios que planteaba Transportes no eran tan tajantes. También se introduciría el descuento general del 40 %, con franjas de edad en las que los viajes serían gratuitos (hasta los 15 años) o solo se abonaría la mitad (hasta los 25). La idea que planeaba sobre esta propuesta era fomentar el transporte público entre los más jóvenes, siguiendo ejemplos como el de la Xunta con la tarjeta Xente Nova.

El próximo 1 de enero, por tanto, todo seguirá como hasta ahora. Renfe deberá sacar en los próximos días los nuevos abonos trimestrales, que en Galicia benefician a más de 80.000 personas, no todas ellas viajeros recurrentes, pero sí una importante mayoría. El Gobierno se gasta anualmente unos 600 millones de euros en estas bonificaciones, por lo que la prórroga pactada con Podemos supondrá un gasto de 300 millones de euros que el Gobierno transfiere a la cuenta de resultados de Renfe y a las empresas del transporte por carretera.