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Ana Pérez, médica de familia: «La medicación del colesterol debe tomarse por la noche»

Vida saludable

Lucía Cancela La Voz de la Salud
Ana Pérez, médica de familia que hace divulgación en redes.

La especialista, que divulga en redes, cuenta que le llegan muchas consultas en redes sociales que tiene que declinar por responsabilidad

15 Mar 2025. Actualizado a las 17:05 h.

Ana Pérez, médica de familia, explica en su cuenta de instagram (@anamidoctora) cómo se escuchan los pulmones, si el azúcar previene las infecciones de orina o por qué el protector de estómago puede empeorar las digestiones. Celebra que, a su consulta, todavía no haya llegado el doctor Google a través de búsquedas en internet que puedan hacer los pacientes de sus síntomas, aunque muchos la sigan en su perfil público y utilicen sus vídeos como fuente de inspiración. 

—¿Cómo llega una médica de familia a Instagram?

—Intento que ese mensaje que repito en la consulta casi todos los días a todos los pacientes llegue a más gente. Desde la universidad, junto con mi marido el doctor Felices, siempre hemos estado a favor de esa parte de enseñar y ayudar a los demás. Así que abrirme un perfil fue llevarlo un poco más allá. 

—¿Recibe muchas consultas?

—Sí, llegan bastantes consultas, tanto en los comentarios, en las publicaciones como por mensaje privado. Y, aunque siempre intento echar una mano, es imposible abarcar todo. Además, tengo que dejar muy claro que una consulta por redes no es el medio ni el formato, porque no valoras realmente al paciente, sino lo que te cuentan. De ahí que haya riesgo de equivocarse o no poder ayudar, y eso irá en detrimento de la persona que te está preguntando, porque probablemente retrase una buena atención médica en su sitio. 

—¿Por qué hábitos comienza la prevención de enfermedades?

—Yo empezaría por el ejercicio físico. Un médico estadounidense muy reconocido dijo en una entrevista que le daba igual que una persona tuviera sobrepeso o que no lo tuviera, que siempre iba a tener peor salud uno que no hiciera deporte versus uno que sí. Por eso es, para mí, el primer hábito por el que comenzar. Luego, por supuesto, todo lo que nos alimenta y nos da energía, que es la dieta y el sueño. 

—¿Es difícil convencer a la gente de que haga ejercicio?

—Sí. Es una situación complicada. Lo primero, porque el ejercicio que realmente se ha visto que tiene más beneficio a nivel metabólico es el de fuerza, es trabajar la masa muscular y, muchas veces, si tú no te paras a explicar, no le dices a una persona exactamente qué hacer, te dice que sale a andar tres días a la semana. Y eso está bien, porque pasas de ser sedentario a ser una persona activa, pero no es hacer ejercicio, no es dedicar unas horas a hacer deporte, no es que tu actividad diaria tenga una intensidad y que te requiera un esfuerzo. Y, precisamente, esa intensidad y ese esfuerzo es lo que va a potenciar un mantenimiento y un crecimiento de la masa muscular, que es lo que queremos. 

—¿Qué problemas o enfermedades se llevan el gran cupo de su consulta?

—Los dolores articulares en general. En concreto, el dolor de espalda es la consulta más frecuente, yo creo, a todas las edades, tanto cada vez más gente joven, incluso adolescentes, como en gente mayor. Y luego yo diría que a día de hoy, sobre todo en población más joven, la ansiedad, la falta de sueño, una mala gestión del estrés y de la presión en el trabajo. Todo esto, quitando resfriados y las cosas más estacionales. El problema creo que es que se cronifican los dolores corporales y los temas de ansiedad.

—¿Hay algo que los hábitos de vida puedan hacer en esa cronicidad?

—Sí, muchísimo. Está más que demostrado científicamente que el ejercicio mejora los dolores articulares y el sueño. Yo soy muy fan del doctor Javier Albares, un neurofisiólogo especialista en sueño, que dice que tu día fabrica tu noche. Es decir, que lo que hagas durante el día, si te alimentas bien o si te expones al sol al menos veinte minutos al día, entre otros, vas a mejorar tu descanso. El cuerpo tiene que saber que es de día, que hay luz alrededor, para que se regule y luego mejore esa producción de hormonas del sueño. El ejercicio también genera endorfinas, te cansa un poco y reduce el dolor. Por eso decía que, para mí, es el hábito número uno y que siempre hay que trabajar. Por supuesto, siempre que sea posible, que sea guiado. 

—¿Por qué se le debe dar importancia al sueño? Parece que la productividad se premia en la actualidad. 

—El descanso es el momento donde el cuerpo regenera todos los pequeños microdaños que se van generando durante el día, donde limpiamos toxinas, donde el cerebro aumenta el riesgo sanguíneo y arrastra todas esas toxinas y desechos que se acumulan durante la vigilia. Los problemas no aparecen de un día para el otro, sino que los años van pasando factura. 

La doctora Pérez cuenta que siempre le ha gustado enseñar y promover un estilo de vida saludable.

—En materia de alimentación, ¿qué dos claves le gustaría que tuviesen claras todo el mundo?

—Lo primero es comer lo más natural posible, en el sentido de intentar utilizar productos frescos y de temporada, no irnos a lo fácil, a los ultraprocesados. Y si tiramos de procesados, que sean lo más sencillos posible, con menos ingredientes. Por ejemplo, si no tengo tiempo de cocer un brócoli, compro uno que esté congelado. Y después, a la hora de acompañar las comidas, hay que beber agua. Parece algo de Perogrullo, pero cuando preguntas a la gente, te contesta que se bebe una cerveza con todas las comidas. 

—Una cerveza o una copa de vino tinto. 

—Sí, totalmente. Preguntamos al paciente cuánto bebe, y te responden que lo normal. Y claro, ¿qué es lo normal? Para mí, en el día a día, es nada. El consumo seguro de alcohol, ya sea cerveza o vino, es cero. 

—La he escuchado hablar acerca de los beneficios del caldo de huesos. ¿Es para tanto?

—Sí. Es cierto que los estudios son limitados, porque son en modelos animales, pero al final es una receta tradicional, sana, porque es un caldo con carne y verduras, y se le atribuyen beneficios a nivel de la microbiota, porque se considera un prebiótico. Es un alimento que ayuda a que nuestra microbiota esté más sana y a que puedan proliferar esas bacterias sanas en nuestro intestino. La absorción del colágeno a nivel intestinal es moderada, si nos ponemos a comparar el ejercicio es mucho mejor para generar unos huesos fuertes, pero esta receta puede ser un extra, un suplemento natural a tu dieta. Me parece un alimento súper completo.

—Una de sus publicaciones en redes con más interacciones se centra en las mejores horas para tomar los medicamentos. Por lo que cuenta, cada uno tiene su momento. 

—Claro. Uno de los más frecuentes también y de los más importantes es la levotiroxina, la medicación para la tiroides, que hay que tomarla siempre a la misma hora más o menos. Preferiblemente se toma por la mañana, a no ser que haya otros medicamentos importantes, como algunos para el azúcar, que lo desplace a la noche. Pero siempre se toma en ayunas para que haya una buena absorción, ya que interacciona con los lácteos y otros fármacos. Otro ejemplo son los anticoagulantes, que siempre deben ser a la misma hora del día, ya sea una o dos veces, para que se mantenga su efecto y no se produzcan trombos. La medicación del colesterol, por su parte, debe tomarse por la noche si se puede, porque en ese proceso de reparación celular que se produce durante la noche, es cuando más activo está el colesterol. 

—¿Qué síntomas pasan desapercibidos y sería mejor consultarlos con un médico?

—La hinchazón de las piernas y la fatiga, por ejemplo, me hacen pensar en pacientes con insuficiencia cardíaca. En ellos, cualquier exceso de líquido en el cuerpo puede generar que el corazón no lo gestione bien y que empiece a fallar. Es ahí cuando aparecen edemas en las piernas. Otro ejemplo es el tema de la dificultad para tragar. Cuando la hay y no es la típica de dolor de garganta normal, sino que es más permanente y mantenido, que empieza con alimentos más duros pero luego ya progresa a los líquidos, habría que pensar que puede haber un problema de movimiento del esófago o algo que está taponando ese paso. También pienso en algo que tenemos muy normalizado como el sangrado de encías, que puede ser un signo de gingivitis, de una infección, o de un problema de coagulación. Es decir, que tu cuerpo no es capaz de cerrar esas pequeñas heridas con la suficiente rapidez y no estás coagulando bien.


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