Una noche de fiesta como en los mejores tiempos cierra el curso en Santiago y da la bienvenida a los futuros universitarios

Han sido semanas de trabajo y estudio para los estudiantes de la Universidade de Santiago (USC), pero todo el esfuerzo del curso llega a su fin estos días. Del mismo modo, también los alumnos de segundo de bachillerato que se han examinado durante esta semana en las dependencias de la universidad que los acogerá a partir de septiembre han terminado su periplo con el colofón de la ABAU, la vieja selectividad. Justo por ello, la noche de ayer jueves ha sido una avalancha para muchos locales de copas compostelanos al juntarse la tormenta perfecta: fin de exámenes de unos, selectivo terminado para otros y el calendario de por medio, que cuando es jueves el cuerpo lo sabe.

«Se trata de los últimos coletazos de la campaña de este año, por lo que tuvimos toda la semana muy animada», comenta Fernando Pazos, gerente de las discotecas Facultad y Vanitas, en el Ensanche compostelano. Es en este tipo de establecimientos donde tuvieron que ser más precavidos durante la noche de ayer, pues muchos de los que jóvenes que se aventuran a la fiesta no tienen cumplidos los 18 años obligatorios para entrar a este tipo de locales. «La presión es mayor, además, cuando se cuenta con el aforo completo que llevamos teniendo en ambos locales durante todos los días de esta semana que tuvimos abierto», señala el experimentado hostelero, con décadas trabajando en la noche de Santiago.

En la zona vieja tienen problemas similares, que les obligan a andarse con pies de plomo. Allí, donde el público suele tener incluso más edad que en la parte nueva de la ciudad, muchos de estos jóvenes de 17 años no están muy bien vistos, aunque haberlos los hay, que son audaces para regatear las normas y entrar igual en los locales. «Nosotros, durante todo el año, vivimos de los estudiantes y no de los peregrinos, como quizás sí hacen otros locales, pues confiamos en ellos como clientes fieles que son», argumenta Víctor Castro, gerente del Rincón do Porrón, uno de los clásicos de la parte monumental.

El buen ambiente se impone en este tipo de locales, por lo que desde siempre son muy atractivos para todo el mundo. Buena prueba de ello es que Castro mantuvo dentro de su local, «sin hacer ruido para no molestar a nadie» a toda la gente que se quiso resguardar durante estas noches de fiesta de las lluvias, a pesar de tener ya cerradas sus puertas y la actividad comercial detenida. «El miércoles la gran tromba cayó justamente cuando estaba cerrando y la verdad es que me dio pena echar a toda esa gente a la lluvia, los veía hasta con miedo de tanto relámpago».

Un asunto de negocios

El de ayer fue un servicio caudaloso económicamente, como lleva siendo los últimos años, desde hace ya décadas. El final del curso más exigente en cuanto a regularidad, segundo de bachillerato, ha recibido su colofón para todos los estudiantes del Estado. «Pero ahora, por delante, nos quedan las graduaciones, y ya», asume Fernando Pazos desde Vanitas, que para los nostálgicos siempre será Apolo. Él, como Víctor Castro, apuesta su futuro a los universitarios, confirmándose ellos una pieza clave para la economía de la capital gallega.

El ocio nocturno rotará en verano, eso sí, hacia un perfil más peregrino, porque ellos están y los estudiantes no. De todos modos, saben los hosteleros que este es un amor temporal y que quien está todo el año es el universitario y el picheleiro. Otros locales sí que han ido diversificando poco a poco su modelo de negocio, como es el caso del Pub Momo. Allí han implementado desde promociones para quien se lleve sus pegatinas por el mundo, creando una especie de mercado publicitario global. En esta misma línea, desarrollan actividades especiales también para estudiantes Erasmus y también para peregrinos.

Una fiesta del rap en el Pub Sonar

Para la noche de ayer, el pub Sonar acogió una idea novedosa, «que responde a una necesidad que creemos que tenía Santiago», dicen desde su organización. Se trató de A6 Live, una serie de conciertos de rap que emanaron de la propia voluntad de sus aficionados, los asistentes y organizadores. Casi un autohomenaje, un evento a la carta que recibió a todos los que disfrutan con el género.

No solamente eso, también se pudieron escuchar a artistas que están abriéndose paso dentro del panorama como Komojo, Pathos & Daniel Madison, Ene RTX o AK Her. La noche se prolongó con pinchadas de canciones de rap a cargo de Deica y 2Paz, una vez terminados los directos, que dieron un vuelco a lo habitual de la sala Sonar. «Les estamos muy agradecidos, tanto a ellos como a Cultura Urbana, Kameleon Vintage y Missed Stuff, que nos patrocinaron y nos ayudaron a hacer sorteos con sus prendas, una de nuestras vías de financiación».