La Voz de Galicia

Tres científicos gallegos descubren un calamar-araña que vive a 5.000 metros

Sociedad

REDACCIÓN VIGO

El estudio publicado en la revista «Science» cataloga la especie como una reliquia del pasado de la evolución Unos enigmáticos calamares-araña de cinco metros de longitud y que habitan a 5.000 metros, han sido vistos por primera vez por tres científicos gallegos en el Pacífico, el Atlántico y el Índico. Nadie ha capturado aún uno de estos extraños seres, avistados por submarinos tripulados en el abismo oceánico. No se conocen más detalles que su singular morfología, y en su artículo de la revista «Science», los biólogos situán a estos cefalópodos en una etapa evolutiva que oscila entre los 450 y los 9 millones de años.

09 Jan 2002. Actualizado a las 06:00 h.

Se desplaza majestuosamente gracias a sus grandes aletas, mientras arrastra ondulante sus largos y delgados tentáculos, que puede llegar a doblar formando un codo en ángulo recto. Se trata de un calamar, aunque sin nombre específico, que posiblemente pertenece a la familia Magnapinnidae (grandes aletas). Ni siquiera se sabe con certeza de qué color es (quizá una combinación de blanco y rojo), ya que su hábitat, uno de los más hostiles del planeta, se sitúa por debajo de los 2.000 metros de profundidad, donde la oscuridad es absoluta, la presión es colosal y la temperatura menor a 4 grados. Sólo se han podido desentrañar detalles de su morfología, en la que destaca una cabeza de unos 50 centímetros, ocho brazos y dos tentáculos de varios metros de largo. Tal y como destacan Ángel Guerra, Ángel González y Francisco Rocha, los tres investigadores del Instituto de Investigacións Mariñas (IIM), del CSIC, de Vigo, autores del descubrimiento, «estos calamares son fascinantes debido a su rareza y características». Cómo ven, se reproducen o comen y se defienden son enigmas sin resolver. «Probablemente -dice Ángel Guerra- tienen ojos, y para desplazarse podrían emitir algún tipo de luz o aprovecharse de la que poseen otros seres abisales; es posible que el contacto con otros calamares-araña sea mediante procesos químicos; suponemos que sus tentáculos son sensores defensivos y cañas de pescar».


Comentar