La Voz de Galicia

La sangre une a Sapiens y Neandertal

Sociedad

R. Romar
Carlos Lalueza analizó el ADN nuclear en restos de dos neandertales que vivían en la cueva asturiana de Sidrón

Científicos españoles identifican por primera vez el grupo sanguíneo de la primera especie, que comparte con los humanos actuales la mutación que define el tipo O

29 Mar 2019. Actualizado a las 19:39 h.

El Neandertal se humaniza a los ojos de sus parientes humanos. Ya no es tan rudo, ni primitivo, incluso gozaba del gen que le permitía hablar y entre sus miembros había individuos de tez clara y pelirrojos. Esto es lo que han demostrado recientes investigaciones con una destacada participación de científicos españoles y que ahora ofrecen una nueva aportación con un trabajo que aparece hoy en la revista BMC Evolutionary Biology : la identificación, por primera vez, del grupo sanguíneo de los neandertales.

El trabajo de un equipo del Centro de Investigación y Desarrollo Pascual Vila, de Barcelona, y del Museo Nacional de Ciencias Naturales, de Madrid, ambos del CSIC, ha permitido descubrir a partir del análisis de ADN nuclear de dos individuos que moraban en el yacimiento asturiano de El Sidrón que los dos ejemplares masculinos que vivieron hace más de 43.000 años en Asturias eran del grupo sanguíneo O. Este hallazgo revela que la mutación genética que define el grupo O era compartida por los neandertales y los humanos modernos, por lo que debió ser heredada de un antepasado común a ambas especies.

«El estudio sigue en la estela de construir un retrato robot de los neandertales, de rasgos de tipo personal que nunca extraeríamos del registro fósil. Estamos creando una imagen personalizada y más humana de estos individuos», explica Carlos Lalueza, primer autor del artículo y científico del Centro de Investigación y Desarrollo Pascual Vila. A su juicio, el estudio también es un ejemplo de que algunos neandertales pudieron haber sido más parecidos a algunos humanos modernos que los propios humanos entre sí. «En cierto modo -subraya Lalueza- todos estos estudios contribuyen a humanizar al neandertal».

Asociado a enfermedades

Pero el último trabajo también ofrece algunas incertidumbres. «El hecho de que algunos neandertales fueran del grupo O podría indicar que estaban adaptados a algún patógeno con el que habrían entrado en contacto durante su larga permanencia en Eurasia. Estos patógenos -explica el investigador catalán-, desconocidos hasta el momento, no tendrían por qué ser los mismos que influyen sobre las poblaciones humanas actuales». Su colega Antonio Rosas, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, precisa, en cualquier caso, que «este sería el primer gen recuperado en neandertales que puede estar asociado a la resistencia a las enfermedades».

Si la mutación que determina el grupo sanguíneo O es la misma en neandertales que en los humanos actuales la pregunta entonces es cuándo se pudo producir esta variante genética. «No sabemos con seguridad cuándo pudo producirse la mutación genética, pero debió pasar entre la separación de chimpancés y humanos hace entre 6 y 7 millones de años, y el antepasado común que vivió hace más de medio millón de años», contesta el propio Carlos Lalueza.

La respuesta podría encontrarse en el ADN de los fósiles de la cueva de Sidrón y también, muy probablemente, en el proyecto Genoma Neandertal, liderado por Svante Pääbo del Instituto Max Planck de Alemania y que también se nutre para su investigación de muestras localizadas en el yacimiento asturiano, cuyos investigadores participan en el proyecto.

La gran pregunta

El borrador del genoma del neandertal, que probablemente se dará a conocer el próximo año, contribuirá a responder definitivamente a la gran pregunta: ¿Existió una mezcla genética entre el Neandertal y el Homo Sapiens? Con los primeros resultados que ya se conocen todo parece indicar que no. Ambas especies del género humano convivieron durante miles de años, pero, aunque sí pudo existir contacto, nunca se se produjo hibridación entre ellos.


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