La Voz de Galicia

El olivo y el viñedo se convierten en un arma contra la despoblación en Galicia

Agricultura

M. Alfonso Redacción / La Voz

La Fundación General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas lanza el proyecto Agri-Rovenat, que quiere promover el emprendimiento en el entorno rural a través de cultivos agrarios sostenibles

30 Oct 2024. Actualizado a las 10:05 h.

Hay muchas regiones de España que tienen un gran problema de pérdida de población. En ellas, el número de habitantes desciende a pasos agigantados, dejando abandonados terrenos y pueblos enteros. Ahora, la Fundación General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha decidido poner en marcha un proyecto que quiere utilizar la agricultura sostenible, y sobre todo determinados cultivos, para fijar población. Dos municipios serán utilizados como piloto en esta experiencia: Quiroga (Lugo) y Cangas del Narcea (Asturias).

Agri-Rovenat es el nombre de esta iniciativa, cuyo principal objetivo es promover el emprendimiento en el medio rural a través del desarrollo de cultivos agrarios sostenibles, como una alternativa rentable y eficaz para atraer y afianzar población en zonas afectadas por la despoblación, el envejecimiento y la falta de relevo generacional. Para ello utilizará tres cultivos: dos muy extendidos en España, como son la vid y el olivo, y un tercero de nueva implantación, la Rosa Narcea, con uso en la industria del perfume y otros.

 A mayores, se tratará de utilizar la agricultura para crear riqueza y, a la vez, reforzar la belleza del paisaje natural de estas zonas mediante la explotación sostenible e inteligente de estos recursos agrarios. El proyecto prevé también desarrollar y optimizar nuevos métodos de cultivo, en un escenario de economía circular, fomentando de esta forma la aparición de nuevas oportunidades de emprendimiento. Para ello se han elegido municipios como Quiroga, que es una zona de difícil orografía y fuertemente castigada por el despoblamiento rural y Cangas del Narcea, un área de montaña del suroccidente asturiano que, además, es una antigua zona minera del interior asturiano, que cuenta con los índices de velocidad de despoblación rural y de envejecimiento más elevados de España y Europa. 

La iniciativa está coordinada por la directora del Grupo Vior, de la Misión Biológica de Galicia, Carmen Martínez. El éxito de esta experiencia piloto constituirá una alternativa real y de aplicación inmediata para el desarrollo socioeconómico de la zona. 

En la primera fase de este proyecto se aprobarán dos metodologías para el mantenimiento y control de la cubierta vegetal natural de los terrenos en los que se van a desarrollar los cultivos, Por un lado, se utilizará un robot segadora teledirigido y, por otro, ovejas con aversión inducida específica a la Rosa Narcea y a determinadas variedades de vid y olivo autóctono gallego, para evitar que se alimenten con las plantas de las tres especies mencionadas y lo hagan solo con las que cubren el suelo de las parcelas. Este método de aversión ha sido desarrollado, experimentado y publicado por la Universidad Autónoma de Barcelona y cuenta con todas las garantías de bienestar y salud animal. 

Estas acciones permitirán eliminar por completo la aplicación de herbicidas, cuyo uso está muy generalizado en los viñedos, olivares y otros cultivos de estas áreas de difícil orografía, a pesar de su elevado coste económico y ambiental. El uso de la robótica y de las ovejas permitirá conservar la flora natural y la biodiversidad típica de la zona, ya que ambos sistemas protegen el tapiz vegetal natural que cubre las parcelas de explotación agraria y evita la erosión de suelo.  

Si las hipótesis de trabajo se cumplen, los manejos de cultivo que se van a ensayar contribuirán a la mejora de la calidad de los aceites esenciales y iris extractos de la rosa, de la uva y el mosto de ella obtenido así como de la aceituna y el aceite. 

El grupo operativo Agri-Rovenat está cofinanciado por la Unión Europea y el Ministerio de Agricultura, liderado por la Fundación CSIC e impulsado por el grupo VIOR de la Misión Biológica de Galicia, que coordina la parte científico-técnica del proyecto. También participa el personal de FUSBA, entidad que emplea a personal con alguna discapacidad y que, en estrecha colaboración con los investigadores, llevará a cabo una tarea clave para el éxito del proyecto. El coste total de este grupo es de 615.375 euros, de los que 598.225 son subvencionados. 


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