Mar trata de sumar a Pesca a la causa de rescatar al Oceanográfico del CSIC

La conselleira de Mar, Rosa Quintana, y la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, se vieron ayer las caras de forma telemática. En un encuentro virtual, ambas repasaron las cuestiones más candentes en materia pesquera y las citas inminentes que marcarán el futuro más inmediato del sector. Totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas, panorama post-brexit, fondos europeos, situación del Instituto Español de Oceanografía (IEO)... Todas con la misma fecha de caducidad: el 1 de enero. Ese día empezarán a contar las nuevas posibilidades de pesca para la flota gallega. Ese día, el Reino Unido será de forma efectiva un tercer país, ajeno a la UE. Y ese día, el IEO estará integrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), si la alianza entre la Xunta y el sector no lo remedia antes.

Quintana trató de sumar ayer a la secretaria general de Pesca a la causa de rescatar al IEO de su dilución en el macroorganismo científico y aprovechó el encuentro para demandar «do Executivo estatal, unha vez máis, que reverta o seu desmantelamento» y de paso que «adopte medidas para reforzar o seu traballo de cara a determinación das posibilidades de pesca do 2021». En un comunicado, Mar hace hincapié «no papel vital de argumentación e asesoramento do IEO na defensa dos intereses da frota en Bruxelas».

Pero Pesca no parece estar por la labor de evitar que el CSIC engulla al IEO. Villauriz apuntó que desde el Ministerio de Agricultura «se mantiene un permanente contacto tanto con los responsables del instituto como del Ministerio de Ciencia e Innovación para seguir de primera mano el proceso» de integración, pero está convencida de que «supondrá una mejora de la capacidad administrativa» del IEO que «permitirá continuar con la excelente trayectoria que en materia de investigación y conocimiento científico continúa demostrando su personal», detalla en una nota de prensa. Pero en ningún momento pone en duda la pérdida de identidad e independencia del organismo de investigación pública (OPI) sobre océanos y mucho menos deja entrever posibilidad alguna de reversión de esa integración decidida en el despacho de Pedro Duque.

Liberar al marrajo bloqueado

La conselleira de Mar reclamó también la complicidad de Villauriz para liberar el marrajo que tiene bloqueado Transición Ecológica en frigoríficos, contenedores y bodegas de barcos por falta de un certificado CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) para comercializarlo que debe autorizar el ministerio de Teresa Ribera. La Xunta recuerda que ya el año pasado había advertido del peligro que suponía el hecho de que Transición Ecológica hubiese autorizado por su cuenta y riesgo una cantidad sensiblemente inferior a las recomendaciones de captura establecidas por la Comisión para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT). Y el tiempo le ha dado la razón: «Por primeira vez se paralizou a pesqueira do marraxo, deixando incluso parte das capturas inmobilizadas a bordo dos barcos ou en tránsito cara a España», reprocha Quintana, a la vez que apela a Pesca para resolver el problema.

Desde Madrid, Villauriz admitió estar al tanto de la crítica situación que atraviesa la flota de palangre, que suma a la bajada de precios de sus especies objetivo las dificultades de comercialización de las capturas accesorias de marrajo dientuso por la inclusión de la especie en el anexo II de la CITES. La secretaria de Pesca reconoce el esfuerzo de la flota para reducir las capturas de la especie y, según el comunicado emitido, Villauriz ha reconocido el esfuerzo realizado por la flota para reducir las capturas incidentales en los últimos años y ha indicado que la Administración española trabaja en la búsqueda de soluciones que permitan una aplicación coherente del sistema CITES con las normas de gestión aprobadas en la ICCAT en el ámbito europeo e internacional.

El objetivo -apunta- es la igualdad de condiciones para todas las flotas en aras de garantizar la recuperación de este stock.

España busca un pacto pesquero con Portugal con idénticas medidas para ambas flotas

La secretaria general de Pesca informó a la conselleira de Mar sobre las negociaciones que se han abierto con Portugal para alcanzar un acuerdo de pesca que recoja la demanda histórica de reprocidad por parte del sector español. Villauriz señala que el pacto va en la línea «de aplicar de forma homogénea, a las flotas de ambos países, las medidas técnicas en vigor en cada uno de ellos, como redes y artes de pesca, así como de armonizar el cumplimiento de las normas aplicables a los buques». Es decir, que las disposiciones sobre el descanso de fin de semana, el uso del tren de bolos, la compatibilidad del caladero... regiría tanto para barcos españoles como para portugueses.

Aún hay otra cuestión que también atañe a Portugal en la que el Gobierno central tiene que dar el callo: hacer valer el plan de gestión conjunto entre ambos países para evitar que Bruselas acabe ejecutando la amenaza de imponer un TAC a la sardina. Apoyo para reabrir la cigala y una defensa de que se tenga en cuenta el informe científico sobre el stock sur de jurel para subir las posibilidades de pesca fueron otras de las peticiones de Quintana a Villauriz ante la proximidad de la propuesta de Bruselas de cupos para el 2021.

Y por supuesto, el brexit. Quintana solicita al Gobierno central que haga valer en Bruselas la importancia de la pesca en la recta final de unas negociaciones que para la Xunta pintan mal. Tanto, que ya se pone en lo peor y solicita un real decreto de medidas transitorias para que los barcos gallegos de bandera británica que faenan en Gran Sol puedan operar en puertos como Celeiro o Burela. Eso sin olvidar reforzar los PIF (puntos de inspección fronteriza).