Dos viguesas y un podcast desde Canadá
Vigo

Laura y Antía, profesora y alumna del IES Casares, comparten su experiencia
29 Apr 2025. Actualizado a las 18:35 h.
Antía Pedrosa Mariño y Laura Sánchez Fernández son dos viguesas que están en Canadá durante el presente curso. Antía estudia 1º de bachillerato en Prince Edward Island tras conseguir una de las becas del programa de la Fundación Amancio Ortega; y Laura es profesora en Calgary dentro del programa de Profesorado Visitante del Ministerio de Educación.
Vigo no es su única vinculación. Ambas, alumna y profesora, proceden del IES Carlos Casares de Vigo. A pesar de que se encuentran en el mismo país, las separan alrededor de 4.700 kilómetros de distancia y más de dos días de viaje, ya que cada una está en una esquina de un país enorme. Y decidieron hacer un podcast, que llamaron As do Casares en Canadá, en el que comparten su experiencia internacional.
«Primero pedí yo la beca y después, Laura me dijo que ella estaba gestionando lo suyo y dijimos que si nos tocaba en Canadá las dos ya iba a ser una casualidad enorme, porque estaba también la posibilidad de Estados Unidos. Al estar en el mismo país pensamos que estaría bien hacer algo juntas, en principio, algo cerrado o solo con nuestro instituto, barajamos hacer un podcast o escribir un blog, pero este lo descartamos porque nos daría más trabajo, así que nos inclinamos por el audio, que así ya nos escuchaban también», cuenta Antía, que está a punto de cumplir 17 años, y añade que decidieron colgarlo en la plataforma iVoox, abierto al público «para que nos escuche quien quiera, y entonces nos vinimos arriba y nos hicimos la cuenta en Instagram», reconoce la joven. «Nos compramos micrófonos por internet, hacemos una videollamada por Zoom, lo grabamos así y luego yo lo edito con un programa y le pongo la música», explica.
A través de estos dos medios combinados, ellas se comunican y se acompañan a pesar de la doble lejanía (con Vigo y con sus distanciadas ubicaciones en Canadá) en una quedada semanal. Además de las charlas donde cuentan su experiencia, las cosas que les sorprenden y su vida cotidiana en el país, en el Instagram (@asdocasaresencanada) del podcast suben fotos y vídeos relacionados con la temática de cada uno de los episodios. Cada uno tiene una duración entre 10 y 15 minutos y ya han hecho diez capítulos abordando asuntos que tratan temas como las curiosidades del sistema educativo canadiense, el clima, la fauna, fiestas y celebraciones...
«Yo estoy en una isla, en una población rural y Laura es profesora en una ciudad que tiene varios millones de habitantes, yo en una punta y ella la otra. Lo curioso es que estoy más cerca de Vigo que de Laura, aunque estamos en el mismo país», advierte Antía, que acumula otra coincidencia, ya que durante dos cursos, Laura le dio clases de Matemáticas en Vigo.
La profesora explica que esta experiencia que han llevado a cabo «la hemos hecho para disfrutar, sin ningún afán profesional, era la excusa que teníamos para charlar porque estamos muy lejos de casa y aunque la experiencia de ella y la mía son diferentes, hay cosas en común y da un poco de confort tener a alguien conocido que está pasando por algo parecido», cuenta.
La docente asegura que le llamaron la atención muchas más cosas de las que pensaba. «Una parte de mí tiene que decir que nos tenemos que vender mejor en España, tenemos muchas cosas buenas y hay veces que piensas que no están tan bien», asegura.
La educadora explica que en su destino ha visto que «puedes ser profe desde infantil hasta grado 12, que sería segundo de bachillerato, y de la materia que consideres, desde luego, creo que eso lo hacemos nosotros mucho mejor», opina. La escasa socialización tanto en el centro educativo como fuera es otra de las costumbres que le han llamado la atención. «Algunos se quedan metidos en el aula todo el día», pero valora la estadía: «Vale la pena, este tipo de experiencias siempre nos enriquecen. Se aprende». También a Antía le sorprende el sistema: «aquí tenemos dos semestres, solo cuatro asignaturas al día y las mismas todos los días». Y un clima extremo que no lo parece: «Las temperaturas son muy bajas, pero no notas el frío ni a menos diez grados», afirma la viguesa en su segunda experiencia internacional sin sus padres. «La primera fue con el programa municipal PILI Vigo, a Irlanda», cuenta.