La Voz de Galicia

Cierra Casa Luisa, el restaurante de Vigo que perdió en la tele la batalla con Chicote

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Eduardo, en el programa concurso. Eduardo, en el programa concurso.

Eduardo Alfonso, su propietario, se jubila y lo ha traspasado a un joven chef

01 Feb 2025. Actualizado a las 05:00 h.

Cuando se cumple un año desde la emisión del concurso Batalla de restaurantes, que desarrolló en Vigo su segundo programa, uno de los cuatro contendientes en el reality televisivo, Casa Luisa, ya no existe. Según el propietario del negocio, el hostelero Eduardo Alfonso, quien pudiera pensar que una cosa y la otra están relacionadas, se equivoca. «Esa solo puede ser la opinión de alguien que no me conoce de nada», afirma Eduardo, que, felizmente libre de cargas, explica que «cerramos y lógicamente, esto tiene un tiempo y estoy en ello. Pero está traspasado ya, en menos de 15 días me lo sacaron de las manos, el traspaso está hecho», cuenta añadiendo que queda en manos de un joven cocinero vigués que estaba trabajando en Madrid y ha encontrado en este local su oportunidad de poner en marcha un proyecto propio.

Si en la nueva etapa se va a mantener una propuesta parecida es algo que Alfonso desconoce: «No tengo ni idea ni me preocupa. Eso es cosa de ellos. Es que yo no quiero preocuparme ya nunca más del trabajo. Estoy jubilado, se me acabó la pila», advierte. Pero a continuación el hostelero vigués de 65 años, matiza sus afirmaciones: «En teoría iba a seguir, pero mi mujer, Luisa, me presionó tanto que de un día para otro dije, mira, mañana ya no tienes que trabajar. Porque yo ya podía estar jubilado desde el año pasado, pero estuve aguantando por ella, y no vale la pena, así que se acabó comerme el tarro y romperme la cabeza», justifica.

El local ubicado tras los jardines de la calle Arenal, cerró este mes y ya se ha traspasado. El local ubicado tras los jardines de la calle Arenal, cerró este mes y ya se ha traspasado. M.MORALEJO

Eduardo recuerda que en Casa Luisa estuvo 20 años, pero lleva desde el 79 trabajando en el sector. «Empecé en el bingo Apetesfra, cuando se inauguró en García Barbón. No estuve allí demasiado tiempo, después pasé al Hotel Bahía, (3:41) trabajé en el Bahía durante unos años y después tuve un negocio en la playa que para mí fue el mejor de todos, donde más a gusto estaba, en traje de baño, chancletas, el mar delante, una maravilla. Y trabajaba seis meses al año. De aquella se bien. Con un chiringuito me hice mi casa, con eso lo digo todo», resume. De su última etapa, en cambio, no está tan contento. Casa Luisa estaba especializado en pescado y marisco, un producto no tan agradecido como los refrescos y las patatillas. «Después de la crisis y la pandemia, hay que hacer números para zafar, y a la gente le parece caro. Hablamos de pescado y marisco de aquí, ¿eh? Y por encima, con el hándicap de que te está cambiando el precio a menudo. No digo todos los días, pero hay precios todas las semanas y cuando llega un puente, unas Navidades o lo que sea, se dispara todo. Es imposible tener un precio estable en ese tipo de mercancía», lamenta. En el programa Batalla de restaurantes fue su hija Claudia, la que dio la cara en la pantalla enfrentándose con sus platos a los otros tres contendientes de la hostelería local. El reto de aquel concurso en concreto se anunciaba así: «Buscamos el restaurante que mejor cocina el marisco en la ciudad de Vigo» y sus contendientes fueron los responsables de La Central, Malasangre y Alberte. El ganador fue este último, mientras la que se llevó la peor parte fue precisamente Casa Luisa. «Esto no es un concurso de restaurantes, es un concurso de estrategias», defendió ella. Eduardo cuenta que su hija, al cerrar el negocio, ha decidido seguir los estudios que estaba realizando.


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