La Voz de Galicia

Juzgan a un hostelero ebrio de Vigo por tocar y besar a dos amigas en su bar: «Nos ofreció 150 euros por hacer un trío»

Vigo ciudad

E. V. Pita Vigo
La Cidade da Xustiza de VigoLa Cidade da Xustiza de Vigo

Las denunciantes, de 17 y 18 años, se encerraron en el baño y grabaron en un audio su mala experiencia, que les causó miedo y «ansiedad»

10 Apr 2025. Actualizado a las 15:48 h.

El dueño de un bar de Vigo que estaba ebrio se ha sentado en el banquillo por supuestos tocamientos y besos a dos amigas, una menor de edad, que entraron en su local de madrugada a buscar a un colega cuando ya estaba cerrado. «Nos ofreció 150 euros para hacer un trío con él», dijo una denunciante en el juicio celebrado en Vigo. 

La defensa, que pide la absolución por falta de pruebas, intentó desprestigiar a las denunciantes, de 17 y 18 años, porque ambas tuvieron problemas psicológicos en el pasado y una fue definida por su exnovio como «mentirosa patológica». El abogado del dueño del bar intento probar que este bromeaba con ambas chicas llamando por teléfono al exnovio de una de ellas para azuzarlo y que viniese a recogerlas a su local: «No va a ser tan tonto de llamar al exnovio de una abusada para decirle que la recoja».

Por su parte, el acusado se mostró indignado por haberlo sentado en el banquillo: «Esto me parece surrealista, si esto ellas se lo hacen esto a un hombre casado o a un camarero,  le buscan la ruina». Se quejó de que él tuvo que contratar a un letrado privado y a las denunciantes les salió gratis porque les asignaron sendos abogados de oficio. «Habéis hecho un buen trabajo», les espetó. La jueza lo llamó al orden.

El juicio se ha celebrado este jueves en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo y el acusado afronta tres años de cárcel en total por sendas agresiones sexuales.

La denunciante mayor de edad relató que ella atravesaba una crisis tras romper con su pareja y entró en el bar con una amiga. «Estaba cerrado con llave y el dueño nos invitó a unas copas. Yo iba muy bebida. Mi amiga se empezó a encontrar mal tras la primera copa y el acusado la acompañó a un sofá», explicó en el juicio. «Mi amiga me dijo que él la había tocado sin consentimiento, le dijo que parase y no paró», asegura. Ella estaba en la barra y, al poco, el dueño se acercó a ella: «Me besó y me aparté». La joven detalla que el propietario «me insinuó si hacíamos un trío y yo le dije que no, que tenía pareja, y me besó».

Asustadas, las dos jóvenes, al ver que no podían escapar porque la puerta esta cerrada, pusieron una excusa para ir al baño, donde se encerraron cinco o diez minutos. Desde allí, la mayor le mandó un par de audios a su exnovio pidiéndole que las fuese a buscar pero él no le contestó. En todo caso, grabaron su experiencia en un audio con el móvil y, una vez que volvieron a la barra, su conversación posterior con el dueño,  «hasta que él nos dejó salir. Vio que no consiguió nada más y nos echó». 

Al salir del bar, se sentaron en unas escaleras y un amigo les recomendó hacer un chequeo médico y denunciar. Presentaron la grabación de audio como prueba en la comisaría de Vigo.

La denunciante menor de edad respaldó las acusaciones. Contó que ella bebió una Coca-Cola que tenía un «sabor extraño»  y remarcó que al entrar en el bar «ya me dio todo mala espina». «Tomamos la bebida tranquilamente pero yo llevaba un top y me di cuenta de las miradas del dueño del bar. Me dijo que nos pagaba 150 euros por hacer un trío y me entró un ataque de ansiedad», afirma.

La menor relata que el hostelero «me ayudó a sentarme en el sofá, me tumbé y mi amiga se quedó en la barra. Cuando me tumbé me hizo un tocamiento y me quedé en «shock». Reaccioné, le empujé y se apartó. No sé cuánto tiempo pasó. Me levanté y vi cómo le dio un beso en la boca a mi amiga y ella lo apartó».

Pusieron un pretexto para ir al baño y llamar desde allí a la expareja, para que viniese a recogerlas pero no lograron hablar con él.

Asegura que no huyó del bar «porque no sabía qué hacer, estaba buscando literalmente qué hacer. Tuvimos un ataque de ansiedad y grabamos lo que estábamos haciendo. Antes de echarnos del local lanzó expresiones vejatorias hacia nosotras».

El exnovio, que hizo trabajos de electricidad en el bar, acusó en el juicio a la denunciante de «mentirosa patológica», afirmación que aprovechó la defensa para restarle credibilidad a las supuestas víctimas.

El acusado, por contra, afirmó en el juicio, en su descargo, que «lo del trío me lo tomé a coña, ellas me lo propusieron. Yo estaba bebido. No tenía ni idea que me estaban grabando», dijo. Sostiene que él mismo llamó al exnovio por móvil para azuzarlo para que viniese a recoger a las dos chicas.


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