El oficio y la veteranía contra el descaro y la osadía. La batalla que se planteaba en Pasarón acabó decantándose hacia el Pontevedra merced a su mayor experiencia. Después de que el guardameta bilbaíno, Mandaluniz, fuese expulsado a la media hora de juego después de darle una patada al delantero granate Charles, el árbitro señaló penalti y aunque Yuri no consiguió su transformación el partido dio un vuelco. El ese momento, el Bilbao Athletic ganaba por 0-1 y acabó perdiendo por 3-1.
El encuentro entró en una dinámica feroz desde el arranque del partido. Los dos equipos saltaron al césped de Pasarón conscientes de que la concentración era un factor clave. Y ambos equipos se lo tomaron en serio. La velocidad de los cachorros vascos se llevó por delante el sistema defensivo de los granates a los 15 minutos de jugo en una jugada que culminó Urko Arroyo con un gran gol.
El partido se le puso cuesta arriba a los granates. Tenían todavía mucho tiempo por delante pero los jugadores de Lezama defendían con uñas y dientes la ventaja.
El técnico local se encontró con que la carta que se había guardado en la manga durante la semana del sustituto de Felipe Tigrao no había servido de nada. Ni tampoco su afán para profundizar por las bandas.
No obstante, el empuje local fue encerrando a los rojiblancos en su campo. El orden que mantenían apenas permitía que el trío atacante formado por Yuri, Charles y Gato, al que se incorporaba Xavi Moré, mantenía a raya a la defensa vasca.
Pero la corrección con la que se estaba desarrollando el partido desapareció de un plumazo a la media hora de juego. Fue como si el guardameta rojiblanco, Mandaluniz, recibiese una descarga eléctrica y perdiese la concentración. Primero encaró con Yuri, luego lo hizo con Charles y este le buscó las cosquillas, lo provocó y acabó en el suelo dentro del área pequeña.
El colegiado leonés, que se encontraba al otro lado del campo, no pudo ver bien la acción y, ante las protestas de los granates, apeló a su auxiliar. Señaló penalti y expulsión del meta vasco, lo que marcó el desarrollo a pesar de que el sustituto de Mandaluniz, Iago Herrerín, consiguió rechazar la pena máxima ejecutada por Yuri.
A partir de ahí el partido dio un brusco giro y se decantó con claridad por los granates. En el arranque de la segunda parte Yuri, con el muslo, marcaba aprovechando un gran centro de Xavi Moré. A continuación Gato fue derribado también dentro del área bilbaína y el alicantino se encargó de transformar él mismo en el 2-1.
Aún habría tiempo para más. Rafa Sáez se decidió a darle minutos a los jugadores del banquillo y el internacional venezolano Jonay selló con un gran gol la victoria del conjunto pontevedrés.