Juan Luis Guerra, que actúa hoy en A Coruña, arrasó en 1991
20 jul 2017 . Actualizado a las 18:13 h.No había Despacito. Ni La Bicicleta. Tampoco, Felices los cuatro. Pero sí un artista capaz de arrasar con las tres anteriores. Corría 1991 y Juan Luis Guerra estaba en todas partes. Pero en todas. Canciones como Ojalá que llueva café, Burbujas de amor o La Bilirrubina sonaban y se bailaban sin parar. En las discotecas. En la radio. En las televisiones. Y el doblete de conciertos que iba a ofrecer en Galicia auguraba grandes entradas.
Todo se desbordó. El 2 de agosto aterrizó en Vigo a lo grande. Aunque la producción del concierto fuese modesta (nada que ver con los espectáculos que ahora monta Ricky Martin o Marc Anthony) el concierto tuvo lugar en el Estadio de Balaídos. Acudieron 20.000 personas entusiasmadas y entregadas al artista. Un paralelismo para dimensionar el éxito: Madonna en 1990 en el mismo recinto no había llegado a tanto. Pero lo de Juan Luis Guerra era otra cosa. Era bachata. Era ritmo. Era un virus que se metía en el cuerpo del público y lo hacía mover sin parar.
En A Coruña, al día siguiente, reunió a 15.000 personas en el Coliseo, el recinto en el que actuará esta noche. Después de ese concierto, el Ayuntamiento decidió rebajar la capacidad del multiusos a 13.000 (hoy, por cuestiones de seguridad se limita a 8.500). Normal. La manoseada frase hecha de las crónicas de conciertos que dice «el artista hizo temblar los cimientos» resultó aquí totalmente real.
Los asistentes lo recuerdan como una locura. La gente, empapada en sudor, bailaba por las escaleras. Por los pasillos. En el exterior del recinto. Hasta en los servicios se danzaba al son de la contagiosa música del cantante dominicano.
Esta noche, buena asistencia
Juan Luis Guerra vuelve a Galicia. Esta noche actuará en A Coruña (Coliseo, 22.00 horas, desde 50 euros) con muy buena previsión de público. Ayer la venta anticipada ya rozaba las 6.000 entradas, una cifra muy superior a otras escalas de su gira española. Viene dentro del Todo tiene su hora tour y revisará los grandes éxitos de su trayectoria durante cerca de dos horas. Eso significa una sola cosa: bailar, bailar y bailar.