El cómico presenta este miércoles 21, en el Festiclown, su última obra, con la que pretende despertar conciencias y combatir el auge de la extrema derecha
20 ago 2019 . Actualizado a las 20:43 h.Perteneciente a la séptima generación de una familia dedicada al circo, Leo Bassi no puede evitar bromear con los intentos de asesinato que ha sufrido por su costumbre de ridiculizar al poder institucional y eclesiástico. Este miércoles 21 a las 21.00 horas presenta su última obra, Yo, Mussolini en el Festiclown, que arranca hoy en Vilagarcía.
-¿Como marcha la Iglesia Patólica?
-Sí, sí, de maravilla y con un desarrollo que no había previsto. Estamos en la página de Airbnb entre los diez mejores lugares para visitar en Madrid. Tenemos un montón de turistas con sus mapas y sus boinas que nos vienen a visitar. Estoy muy orgulloso de haberla creado. ¡Hemos oficiado ya 70 bodas!
-Tiene usted valor por haberla fundado en estos tiempos convulsos para la libertad de expresión.
-Sí, bueno, nos la quemaron hace dos años. Algún loco entró por la noche y tiró un cóctel molotov. Solo se salvó por la rapidez con la que actuaron los bomberos porque podría haber quemado toda la casa. ¿Sabes lo peor? Que ha quedado totalmente impune.
-También ha sufrido todo tipo de amenazas.
-Desde luego, un tío entró en una ocasión con una catana cagándose en mi madre y diciéndome que me volviese a mi casa. Conmigo en este sentido han llegado muy lejos. Como la bomba que me pusieron en el 2006 en el Teatro Alfil de Madrid. Yo sigo aquí, nadie me va a parar. Por eso he hecho esta pieza y no por casualidad.
-¿Se ha hecho inmune al miedo?
-Uno se acostumbra. Prefiero morir en un fuego artificial o en una explosión que en el hospital. Es más excitante, más divertido.
-Por como ha titulado su obra parece que no le importe enfrentarse al poder.
-Claro que no. Es un espectáculo estrenado en España, pero la gran noticia es que en febrero me lo llevo a Italia en el Teatro di Roma. En estos tiempos que corren, los del teatro saben muy bien el peligro que supone la actuación, en Italia hay grupos armados que pueden ir contra mí. Pero como los del teatro son valientes y a mí me da igual, pues lo vamos a hacer de todas maneras.
-¿Por qué ha decidido volver a Mussolini?
-Es un buen personaje para combatir el auge de la extrema derecha que vivimos en todo el mundo. ¿Quién mejor que él para explicar el fascismo?
-¿La provocación es un fin o un medio?
-Es una manera de despertar la conciencia del público. Puedes decir una cosa con muchas palabras o realizar una acción provocadora y lo transmites en diez segundos. Pero no es sencillo, puedes caer en una banalidad o en simple odio.
-Ya sabemos lo que puede hace sentir al público, pero ¿para que le sirve el circo a Leo Bassi?
-Pues es mi mundo. Soy parte de una familia que se ha entregado a esta atmósfera. De ahí viene todo mi lenguaje. El circo es pura provocación. Sin el circo yo no existiría.
