Los ánimos del público fueron caldeándose mientras esperaban bajo la lluvia un concierto que acabó cancelándose, tras una hora de demora
02 ago 2021 . Actualizado a las 21:15 h.No estaba el día de ayer para conciertos en Compostela. El cielo encapotado no traía buenos presagios, pero aún así muchos fueron a ver a Raphael en el Monte do Gozo. Estaba previsto que su actuación, enmarcada en el ciclo O Son do Camiño-Perseidas, comenzase a las diez de la noche, pero el público empezó a llegar a partir de las ocho y media. Con una lluvia incesante cayendo sobre las sillas dispuestas frente al escenario, aguantaron pacientes más de dos horas, enfundados en los chubasqueros de plástico azul que repartió la organización. De poco sirvió la entrega, porque el de artista de Linares no apareció.
Pasadas las diez, anunciaban que el concierto se retrasaría media hora, pues se esperaba que mejorase el tiempo para entonces. La prórroga bajo la lluvia acabó siendo de una hora, a lo largo de la cual algunos optaron por irse y los ánimos fueron caldeándose. El mensaje de que debían cerrar los paraguas durante la actuación levantó ampollas y, conforme la demora avanzaba sin recibir ninguna explicación, la indignación se fue extendiendo entre los asistentes. Hubo silbidos y abucheos mientras la organización explicaba, ya a las once de la noche, a través de la megafonía y en las pantallas, que se intentó «por todos los medios llevar el concierto adelante, pero resulta imposible y un riesgo para el artista y los trabajadores hacerlo en estas condiciones, con el escenario mojado». El importe íntegro de las entradas será devuelto automáticamente, en un plazo máximo de cinco días, desde la propia plataforma de venta.
«Reunidos los organismos correspondientes, la organización de O Son do Camiño-Perseidas y la representación del artista, lamentamos comunicar que por inclemencias meteorológicas nos vemos obligados a cancelar el concierto de Raphael», anunciaba la organización a través de un comunicado enviado a las once y media. «La previsión meteorológica facilitada por las agencias oficiales preveía el cese de la lluvia a la hora prevista para el comienzo del espectáculo. Durante más de 45 minutos se estuvo trabajando en el reacondicionamiento del escenario, resultando finalmente imposible dado que no cesó de llover en ningún momento», añadían en sus explicaciones.
