Bandini y Chanel también encuentran su hueco en bodas y discotecas
27 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Parece que fue hace un milenio, pero no ha pasado ni un año desde el último Benidorm Fest. Durante semanas parecía ser lo único importante en el mundo. Al menos en el mundo de Twitter. Hilos e hilos de indignación. Facciones rivales colisionando. Gente pidiendo guillotinas en las plazas.
Los ejércitos eran tres. Por un lado, los de filias más celtas que cayeron rendidos ante el folklore punk de Las Tanxugueiras. Luego estaban los adeptos a la transgresión, en fila tras las mamas de Rigoberta Bandini (a este grupo se le podría llamar el bando de Bandini). Y por último, los que sorpresivamente ganaron a pesar de ser los menos, los chanelistas.
La polémica vino porque las favoritas del público (Bandini y Tanxugueiras) no fueron finalmente las elegidas. El jurado decidió (para algunos de forma unilateral) desoír al televoto y darle a Chanel la plaza para Eurovisión. Lo que pasó después es historia. Historia triunfante, además. El SloMo de Chanel barrió a sus detractores y conquistó la noche estrellada de Turín a golpe de cadera.
Sin embargo, no se puede decir que ninguna de las dos que se quedaron fuera perdiera el Benidorm Fest, pues sus carreras cotizan exponencialmente al alza desde aquella fecha. Normalmente, cuando un país se alinea tras su apuesta para eurovisión (ya sea por patriotismo o por verdadera devoción artística), es sacudido por una fiebre melómana general hacia la artista elegida, que se convierte temporalmente en poco menos que la Jefa del Estado. España tuvo suerte, porque no tuvo una, ni dos, sino tres fiebres. Todos reconocieron el titánico mérito del bronce europeo de Chanel, pero también auparon a Tanxugueiras y Bandini a lo más alto de las listas de éxitos. La historia del Benidorm Fest de 2022 es la de muchos éxitos inesperados.
Éxito compartido
Desde que en enero sucediera todo aquello, se han derramado ríos de tinta intentando determinar cuál de las tres estrellas de Benidorm ha salido mejor parada con el paso del tiempo. Este reportaje, sin ir más lejos, fue concebido en origen con ese objetivo en mente. Sin embargo, al menos en el caso de Galicia, lo que se ha constatado es que no hay ninguna ganadora. O lo que es lo mismo, que hay tres. Al menos, eso dicen los que saben.
Cyrano Núñez, del Combo Dominicano, es un erudito de la verbena gallega. Se las ha recorrido (casi) todas. Asegura que, este año, lo que está partiendo la pana en ese ambiente son Las Tanxugueiras. Y no por poco margen. Estima que suenan más menos «el triple» que Chanel o Rigoberta. Pero también admite que es posible que este furor sea parcialmente endémico, y que en otras verbenas de otros sitios la proporción sea muy distinta. No obstante, los cantos místico-gallegos de Las Tanxugueiras han arrastrado legiones de incondicionales que, parece, ya no se despegarán nunca de sus ídolas.
Mark Deluxe es el DJ de la Sala Pelícano, una de las discotecas más importantes de A Coruña. El entorno en el que se mueve es algo distinto. El ocio nocturno y urbanita. En ese clima, al parecer, la reina es Chanel. Admite que, al principio, todos renegaban de ella y la gente incluso llegaba a «abuchear» cuando sonaba. Pero, después del campanazo en Eurovisión, los gallegos se acabaron subiendo también al carro. Hasta el punto de que, en la actualidad, SloMo es una de las piezas que suenan en bucle en las pistas de baile. El fenómeno Tanxugueiras, aunque sigue estando vivo, «se ha desinflado un poco con el tiempo», matiza.
Bandini tampoco se va con las manos vacías. De hecho, la atmósfera en la que triunfa tiene su gracia y es algo más excéntrica. Rigoberta lo está petando en las bodas. Eso asegura Masito, uno de los DJ's nupciales más cotizados de Galicia. Dice que lo que está viendo es verdadero furor con Ay mama. Algo tiene la canción que, al parecer, apetece especialmente cuando se tiene la corbata a modo de diadema y el tercer (o cuarto o quinto o...) cubata te hace a gritar sin parar eso de ¡vivan los novios!
La cuestión de fondo es que queda demostrado que el Benidorm Fest, por mucha polémica que hubiera, fue un concurso que dejó muchos ganadores y elevó meteóricamente la prometedora carrera de artistas con talento. Al final el oro se lo llevó la música, que sumó tres nuevos iconos del bailoteo.