Un veinte por ciento de las familias mariñanas optan por la incineración
01 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las alternativas civiles a los actos funerarios religiosos que se celebran en los tanatorios son cada vez más usadas en las grandes ciudades, pero en la comarca «no llegan ni al 1 % todavía», según Alberto Castedo, gerente de la empresa de servicios funerarios Alianza y Barros, de Viveiro. «Es lento, hemos tenido un par de ellos en dos años, en los pueblos tarda un poco más, pero llegarán», señala.
El funeral civil suele ser «un acto sencillo, diferente, pero muy emotivo, en el que algún miembro de la familia o amigos hablan de la persona fallecida, cuentan anécdotas, hacen alguna lectura de carácter espiritual, que hacen la despedida menos dolorosa». También son ceremonias «más privadas, no de carácter tan público» como las ceremonias tradicionalmente religiosas. Y por este tipo de funeral civil optan generalmente «gente joven, aunque el fallecido sea mayor, que han renunciado a sus vínculos religiosos y quieren salirse del ritual habitual».
En los últimos años lo que se ha incrementado es el número de incineraciones que se realizan en la comarca. «Aunque no llega al 20 %, más o menos en diez años se calcula que la cifra se va a duplicar, porque las generaciones jóvenes lo prefieren».
Cenizas en los cementerios
El sistema es «asequible y fácil», y soluciona en algunos casos las dificultades que existen en algunos casos para conseguir nichos en los cementerios de la comarca.
«Aquí, de todas formas, más del 50 por ciento de las familias que optan por la incineración siguen depositando las cenizas en los cementerios, y en algún caso las lanzan al mar o a algún lugar especial».
Columbarios
En las ciudades funcionan con ese fin los llamados columbarios, un servicio que permite que las familias alquilen pequeños departamentos para depositar las cenizas de sus seres queridos durante el tiempo que contraten. Y todo apunta a que pronto habrá un servicio de estas características en A Mariña.