En los próximos meses deberían crearse unas 200 plazas en Foz, Ribadeo, Trabada, Cervo y Mondoñedo
08 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Estamos a mirar a forma de xestión. Seguramente será unha xestión indirecta, porque coa nova normativa é moi complexo que a poda levar o Concello. ¿Os prezos? Pois coma todo, terá que cobrarse o que custa manter a residencia, porque os cartos son os que son e non se poden estirar». Así se pronunciaba ayer Alfonso Villares, alcalde de Cervo, donde está pendiente de decidir el modelo de gestión del futuro asilo, con 53 plazas (tiene autorizadas un máximo de 60), y el centro de día. Su caso no es excepcional. En los otros tres asilos en obras en la comarca, alguno ya prácticamente concluido, los de Trabada, Ribadeo y Foz, nadie sabe exactamente ni cómo se gestionará ni cuánto se cobrará.
Otro asunto es el de si finalmente se cubrirán todas las plazas que se oferten. Dependerá probablemente de los precios y de hasta qué punto esté dispuesta a involucrarse la Xunta para concertar plazas y asumir con ello gastos de financiación.
El asilo de Ribadeo, con algo menos de medio centenar de plazas, es el resultado de una movilización vecinal sin precedentes, que unió además a todos los partidos, hasta que con la nueva corporación se descolgó el PP. La Diputación es quien está financiando toda la obra. Pero la cuestión que está sin resolver es quién gestionará el nuevo asilo de Ribadeo. En principio se pretendía que fuese el Concello, porque así tendría libertad para elegir a los usuarios y dar preferencia a los de Ribadeo, dada la cantidad de ancianos ribadenses dispersados por asilos de diferentes concellos de Galicia. Pero la dificultad económica no es menor. Cuadrar las cuentas exigiría probablemente estipular unas tarifas elevadas. No se descarta que se recurra a un modelo mixto.
En Trabada la residencia está concluida. Su apertura depende de los últimos permisos de la Xunta. Y también de que la Diputación decida cómo se va a gestionar y con ello cuánto se va a cobrar por las plazas. Cuenta con capacidad para 30 residentes y 20 más en el centro de día.
El nuevo asilo de Foz, con 40 plazas, más otras 40 del centro de día, entraña un problema añadido, que es la reubicación de los usuarios que están en el actual asilo, algo más de 30. El modelo de gestión tampoco está decidido. El alcalde, Javier Jorge Castiñeira, aboga por un período de transición de cuatro años en el que la gestión del nuevo asilo bajo la tutela del Concello sería asignada a Mensajeros de la Paz, que podría trasladar al personal y a los residentes, estableciendo un sistema de copago.