Frente a la ría de Ribadeo miles de personas fueron prisioneras desde 1938 a 1943
21 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Allí donde el Eo pierde su nombre diluido en el Cantábrico, con Illa Pancha a un lado y Punta da Cruz al otro, en la orilla asturiana, en Castropol, se encuentra uno de los lugares más hermosos de la ría ribadense, Arnao, un privilegio escasamente frecuentado durante buena parte del año, con sus caminos de tierra y su área recreativa, con la margen ribadense de la ría extendiéndose a un lado, Tapia al otro y el horizonte al frente. Es un paraíso que durante un tiempo fue un infierno. Como en todo, el tiempo ha hecho su trabajo, y hoy en día cuesta pensar que allí se levantó un campo de concentración, que allí estuvo el jergón del sufrimiento y penar de miles de personas. Pero así fue.
De hecho, fue uno de los campos de concentración que más gente albergó y que más tiempo estuvo en funcionamiento desde la Guerra Civil tras la caída del frente asturiano y, después, con la represión franquista, desde 1938 a 1943. Donde había barracones, hoy es un área recreativa y una zona de tiro deportivo. Allí solo un monolito erigido hace años por los socialistas de Castropol -ahora cubierto de pintadas- lo recuerda. En la placa se lee: «En memoria de los hombres y mujeres que perseguidos por sus ideas aquí estuvieron confinados».
Además, recientemente en la playa de Arnao, bandera azul de Adeac, se instaló un cartel informativo para los peregrinos. En él se plasman imágenes de puntos de interés y entre ellos figura una antigua foto de un barracón. El testimonio del horror que fue.
Tres barracones para 300 prisioneros.
En el campo de concentración de prisioneros de guerra de Arnao las fuerzas de guarnición desempeñaban también las labores de vigilancia y defensa de la costa en un lugar estratégico como era la ría. Para albergar a los prisioneros se construyeron tres barracones de madera para unas 300 personas. En su interior tenían literas de tres pisos, a cien personas cada galpón. Se dice que en este lugar penaron miles de personas entre 1938 y 1943, en especial mujeres y niños.
Un monolito
Los testimonios escritos hablan de mucha gente muerta en Arnao, de frío, enfermedad... Se relatan dramas estremecedores, hoy cubiertos por un manto de silencio. Queda el monolito erigido con motivo del centenario de la agrupación socialista de Castropol.
Visita de profesores universitarios.
Unos quince profesores, miembros del Observatorio Europeo de Memorias de las universidades de Barcelona, Santiago de Compostela y Bucarest (Rumanía), entre otras, visitaron ayer diferentes espacios de reclusión y violencia relacionados con el golpe de estado de 1936, la guerra civil y la dictadura. Estuvieron en Mondoñedo, Ribadeo (en la imagen) y Arnao, entre otros, como parte de su trabajo para analizar y comprender los diferentes procesos históricos del siglo XX. El alcalde ribadense, Fernando Suárez, les acompañó y mostró documentación que se encuentra en el archivo histórico municipal.