Técnicos de la Real Federación Española de Futbol visitarán el jueves los estadios de A Magdalena, en Vilalba, y A Malata, en Ferrol, y el viernes el Ángel Carro de Lugo para comprobar sus posibilidades como subsedes del Mundial 2030 en el caso de que Riazor sea uno de los estadios elegidos para albergar el mayor acontecimiento futbolístico.
A Mariña ni la pisarán.
No sorprende porque no parece que de aquí a seis años se vaya a corregir el déficit de comunicaciones que sufre la comarca, pero sí duele porque sin estar más lejos geográficamente es una de las pocas zonas de Galicia que ni siquiera se contempla para acoger la concentración de alguna de las selecciones participantes.
Gigantes acontecimientos como el Resurrection Fest, en Viveiro, y otras citas de relevancia demuestran cada año el potencial de A Mariña. Su costa, recursos naturales, oferta hotelera y hostelera e, incluso, instalaciones deportivas, con la pista de atletismo y la piscina olímpica de Cervo como grandes baluartes, la convierten en un lugar atractivo, como prueban las continuas visitas de clubes y deportistas de élite.
El único problema es llegar hasta aquí. Si Riazor es elegida sede, el Mundial no vendrá por A Mariña ni de pasada. Con el futuro de Alcoa en el aire y la VAC paralizada, ¿quién vendrá?