«El perro es como un ángel para mí, gracias a él ahora me siento libre»

A MARIÑA

Xaime Ramallal

José M. Prieto Lago, escultor sordociego de Viveiro, dispone ya de un perro guía de la Once, un labrador negro dócil e inteligente: «Antes estaba condenado a cadena perpetua en mi casa»

20 may 2024 . Actualizado a las 13:22 h.

Neón tiene dos años, es un perro labrador negro, grande pero se ve dócil y tranquilo; atento a nosotros y a su alrededor, pero obediente.

Neón lleva cuatro días en Viveiro. Aquí tiene su nueva casa con José María Prieto Lago, un escultor sordociego. Ambos están conociéndose y adaptándose el uno al otro.

Cristina Ruiz ha sido y aún es la instructora de Neón. Ella vigila estos días cada paso que dan uno y otro por el barrio de Covas, donde vive Prieto Lago. Estos primeros días van de la casa a la tienda; al café, a aquellos lugares más próximos y cotidianos. En breve llegarán hasta el paseo marítimo y a la playa de Covas y explorarán esa zona: una de las mayores ilusiones de J. María Prieto Lago es darse un baño con Neón. «Llevo muchos años esperando; poder bañarme solo todos los días, enseñar a Neón a esperarme y que cuando toque el silbato venga al agua a buscarme».

Está encantado con su perro-guía; se le nota aún bajo el efecto de la sorpresa y la emoción. «Contentísimo, sí; hasta ahora estaba siempre en casa como si hubiera sido condenado a cadena perpetua; con mi perro he comenzado estos días a ser libre como los pájaros».

Su madre, Ángeles, fue siempre su gran apoyo. Sin ella, a partir de ahora sus ojos serán los de Neón. «El primer día, las primeras veces, estaba muy nervioso; me sentía inseguro al caminar, como desorientado. Ahora ya voy más relajado. Tengo muchas ganas de acercarme a la playa (está apenas a cien o doscientos metros) y de ir al centro, a Viveiro, hasta la plaza mayor», dice.

No cabe en gozo, se le nota, en esta nueva etapa que acaba de empezar. Cristina Ruiz explica que el período de adaptación será de unos seis meses. El perro, Neón, le irá dando las referencias a José María Prieto Lago; todo apunta a que ambos lo van a pasar bien juntos; él, artista, tiene una sensibilidad especial; Neón, paciencia; el labrador negro es uno de los perros más inteligentes y esa mañana dio buena prueba.