La discreción, incluso en los contados paseos, fue el denominador común en su estancia en el puerto de Mirasol; hubo alguna salida en coche y la asistencia al estadio Pepe Barrera para ver a su hijo
17 jun 2024 . Actualizado a las 16:44 h.El viernes pasado llamó la atención de los mariñanos y sobre todo de los ribadenses la presencia de un megayate que al final recaló en el puerto de Mirasol, al lado de la embarcación de vigilancia del equipo de Aduanas. Se trataba del Valoria B, uno de los yates de Amancio Ortega, el empresario fundador del imperio Inditex, uno de los hombres más ricos del mundo.
Con todo el Valoria B no es su mayor yate. En un principio se pensó que iba en tránsito y que hacía en Mirasol una escala. La sorpresa vino el sábado por la mañana cuando su hija y actual presidenta de Inditex, Marta Ortega, se acercó ál estadio municipal Pepe Barrera y se sentó en la grada -acompañada de su hijo más pequeño en brazos- como una aficionada más. Se estaba celebrando un importante torneo de alevines y benjamines organizado por la SD Ribadeo, importante por el número de equipos participantes, 70, de Galicia y de otras comunidades. Ahí, en un conocido equipo coruñés de fútbol base, jugó el hijo mayor de Marta Ortega.
A pesar de que los equipos traían a mucha gente, unas 3.000 personas a Ribadeo, la presencia de la heredera y presidenta actual de Inditex pasó bastante desapercibida. El sábado a mediodía se vio a la familia paseando por el casco viejo ribadense, típico portuario con empinadas, camino al muelle.
El yate, Valoria B, llamó la atención de muchos curiosos que se acercaron hasta la zona de Mirasol sin molestar. Se vieron salir algunos vehículos de color negro de esa zona, tal vez para dar alguna vuelta por el espléndido entorno que ofrece Ribadeo y los alrededores.
El domingo se repitió un poco la historia en el estadio. Se disputaban las semifinales y finales. Hubo un gran ambiente en la villa, pues Ribadeo celebra en domingo actividades lúdicas, que llaman el Domingueo. A mediodía se vio regresar al hijo de Marta Ortega a la embarcación aun con el uniforme deportivo. Apenas se dejaron ver y su presencia fue siempre dentro de una discreción que les es propia y habitual. El torneo fue un éxito y congregó en Ribadeo a un gran número de visitantes, unos tres mil según la organización, entre ellos la familia Ortega, creando en conjunto un ambiente muy agradable.
Habían avisado a Puertos previamente de su estancia. Siempre se vio junto al Valoria B a la embarcación de Aduanas. La tranquilidad en Mirasol fue total.