La gran comunión de estética, modas y cultura musical del macrofestival se ejemplarizó con los conciertos de tres bandas japonesas femeninas y Babymetal, una de ellas, abarrotando el recinto ya a media tarde
30 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.No hay un Resu. Hay varios. Y sin etiquetas, por el sentimiento de comunidad y familiar que se respira. Pura energía. Aunque es territorio invadido por camisetas negras, algunas con letras de bandas ininteligibles y que en el merchandising del Boulevard Resu motivan colas notables de gente dispuesta a uniformarse en versión oficial, la verdad es que combinan con outfits de catálogo. La estética es clave en el macrofestival viveirense que este domingo tendrá colgado el cartel «The End». Decía Facu Díaz en otro podcast: «Los outfits me están dejando a cuadros. Yo esperaba ver una legión de gente con camisetas negras, pero hay de todo. Los prejuicios me han llevado a pensar que quizá todo el mundo iba a ir uniformado con el metal estándar, pero no, hay de todo, gente muy creativa».
Algunos resus llevan camisas de estampados hawaiano o animal print, patitos de goma en la cabeza, gorros de ganchillo (uno de Patricio en el concierto de Corey Taylor cuando este cantaba la intro de la Bob Esponja), homenajes textiles a Dragon Ball o a la figura de Cthulhu, también válida como homenaje al pulpo por el que se pirran algunos y hasta lo toman de desayuno, además de los pimientos de Padrón, preferentemente los que pican, y los bocadillos de jamón asado, que causan furor desde hace años. Como siempre, hay trajes góticos que quitan el hipo, ideales con maquillajes tétricos, pero si uno se cruza con una «monja», con cazadora vaquera llena de chapas estilo años 80, fácilmente se le viene a la cabeza Belorado. ¿Será una de las rebeldes?
Influencia asiática
La estética asiática se palpa a pie de público, pues varios abrazan claramente el anime. Además, a nivel de escenario, en el Main Stage ayer actuaba Babymetal, tras Jiluka el viernes y Hanabie el miércoles. La fuerza de la presencia japonesa femenina se notó en esta edición, que contaba en su última jornada con otros conciertos destacados de Bolu2 Death, Slaughter To Prevail, Electric Callboy, Megadeth, Avenged Sevenfold o TBC, entre otros. A la una de la madrugada estaba previsto un endshow o clausura a modo de espectáculo pirotécnico-musical-audiovisual-inmersivo para ofrecer un pequeño adelanto del 20 aniversario que el Resurrection celebrará en 2025.
Como decía una viveirense a la creadora de contenidos Inés Chamil esta semana: «Tiña que haber un Resu cada seis meses». Esperamos que sea el tiempo mínimo que duren tantos «resumonios» oficiados este año en el Resu y que el integrante de Sum 41 a quien ella, a modo de concurso con artistas, le preguntó si Lugo y Ferrol era lugar, comida o palabrota, él eligió lo último, dé con la respuesta acertada a la próxima.