Patricia Otero encontró a la anciana que estuvo desaparecida varias horas en Mondoñedo: «Debió andar varios kilómetros, tenía rasguños en las piernas»

María Cuadrado Fernández
M. CUADRADO MONDOÑEDO / LA VOZ

A MARIÑA

Foto de archivo de vehículos de la Guardia Civil
Foto de archivo de vehículos de la Guardia Civil PEPA LOSADA

La concejala do Camiño Norte halló a la mujer caminando por A Casería, en el barrio de Valiñadares

01 nov 2024 . Actualizado a las 15:31 h.

Aún no había amanecido este viernes y los integrantes del operativo activado de forma urgente de madrugada ya habían mirado y remirado por distintos lugares de Mondoñedo en busca de una octogenaria, natural de Coristanco, cuya desaparición había sido denunciada unas horas antes por su hija. Ambas, tras un viaje, estaban de paso en la ciudad episcopal, donde pararon a descansar.

Por diversas razones, la anciana se desorientó y desde la zona de la gasolinera fue a pie hacia el casco histórico, donde fue vista sobre las cuatro o cuatro y media de la madrugada en la calle Bispo Sarmiento. Desde entonces, se le perdió la pista.

Se activó el operativo y efectivos de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, el alcalde y varios ediles, así como vecinos, salieron a las calles en su busca. El Concello también distribuyó a través de sus redes sociales dos fotografías de la mujer e información sobre cómo iba vestida.

Minutos después de las diez de la mañana de este viernes llegó la noticia más esperada. La concejala do Camiño Norte y de otras delegaciones, Patricia Otero, se encontró con la anciana andando por un camino de A Casería, en el barrio de Valiñadares. Revisó la foto que habían enviado horas antes a los grupos que participaban en el operativo para verificar que se trataba de la desaparecida, la fotografió de nuevo y le envió la imagen al alcalde, quien le pidió que la entretuviese.

Según relató la edila, le costó inicialmente convencerla «porque ella solo quería seguir caminando», pero después, también con la ayuda de su madre —residen en esa zona— la convenció para ir a coger hortensias —previamente la mujer le había dicho que le gustaban mucho—, la llevó a ver unos caballos, la convenció para que entrara a su terraza y le dio galletas. «Al principio no quería, le costó coger confianza, pero después se mostraba muy cariñosa», relata Patricia: «Debió andar varios kilómetros durante la noche porque tenía los tenis mojados y rasguños en las piernas». También por el lugar en el que la halló no descarta que la mujer siguiera un recorrido coincidente con el de la Ruta da Auga, o al menos con una parte del mismo.

«Al principio no quería comer, pero fuimos hablando con ella y al final, fue cogiendo confianza», indica. El alcalde fue el primero que llegó al lugar seguido del completo operativo de búsqueda, así como de la hija de la anciana. Tras el susto, el reencuentro entre ambas fue emocionante. Aunque la octogenaria presentaba rasguños en las piernas y no parecía tener más daños, fue trasladada por precaución a que le hicieran una revisión en el PAC.

Patricia Otero destaca la excelente coordinación y rapidez con la que se actuó y el alcalde, Manuel Otero, aplaudía toda la colaboración recibida: «Tuvemos sorte e encontrouse rápido». Traslada su agradecimiento a todos cuantos recibieron los avisos y estuvieron atentos, incluidos cazadores, moteros y otros.