Armadores creen que la UE «pon en risco» la viabilidad de las empresas mariñanas
27 sep 2022 . Actualizado a las 14:29 h.La insistencia de la Unión Europea (UE) en aplicar, a partir del próximo 9 de octubre, el veto a la pesca de fondo en 87 zonas protegidas de las aguas comunitarias en el Atlántico noroeste planea como una amenaza sobre las flotas de Burela y Celeiro. Aunque las consecuencias de la prohibición son difíciles de cuantificar, algunas de las empresas mariñanas del sector no dudan de que de no haber marcha atrás -la Comisión Europea habló ayer de esperar a noviembre, y a los nuevos datos científicos, para revisar la medida- será «o maior golpe» en décadas.
«É o maior golpe á pesca que lembro, e temos sufrido uns cantos», asegura Diego González, patrón de altura y armador del arrastrero de litoral Plaia de Rueta, con base en Burela. Concreta que la actividad del buque se vería afectada «principalmente en tres zonas», pero no se atreve a cuantificar las consecuencias del veto. La prohibición, que se extiende por los cantiles de aguas españolas, francesas, escocesas, irlandesas o británicas, afecta a caladeros tan importantes como Gran Sol y «tócanos a todos, en maior ou menor medida. É difícil de predecir o impacto: verase cando entre en vigor, no día a día, pero está claro que a viabilidade das empresas poñerase en grave risco», afirma.
«Os barcos de palangre de fondo seremos os máis afectados», denuncia Raúl Canoura. Pincheiros como el suyo, el Raúl Primero, pescan en las profundidades. «Seremos os máis prexudicados cando somos os máis ecolóxicos. Suponse que se trata de protexer os corais con este veto e eu non pillei un en toda a vida», lamenta.
«O veto afectaría a case todas as nosas pesquerías: pescada, bertorella, palometa vermella... Peixes aos que faenamos uns sete ou oito meses ao ano», abunda. «Se vai para diante, esta medida é a última volta de torca» sobre el sector pesquero, afirma.
Canoura cree que el veto significará «a sobreexplotación» de otros caladeros. Las empresas auguran también una convivencia difícil entre ellas si, como prevén, los barcos que se vean afectados por la prohibición en algunas de sus zonas de pesca habituales se dirigen a otras áreas y se reconvierten a otras artes pesqueras.
«Toda a frota está implicada por dúas razóns: polo veto á pesca nesas zonas e porque os desprazados van utilizar outros espazos e polo tanto aumentar a competencia, que outros sufrirán indirectamente», resume Basilio Otero, que preside la Federación Nacional de Cofradías.
De ahí que algunas empresas vean en la decisión de Bruselas la sombra de una reestructuración encubierta. Y se preguntan si el mercado europeo, el que más pescado consume tras el asiático, comprará producto traído por otros barcos mientras los buques del viejo continente -«os máis regulados do mundo»- se quedan sin faenar en las zonas delimitadas, en base a un veto que -consideran- carece de un aval científico suficiente y, en todo caso, «foi decidido sen consultarnos e obviando a tradición pesqueira de comarcas e as consecuencias socioeconómicas sobre a frota». Un sector al que otra vez, afirman, obligan a reiventarse.
El gobierno de Viveiro y el BNG anuncian mociones plenarias para exigir la defensa del sector
El Concello de Viveiro anunció ayer que el grupo de gobierno llevará a pleno una moción de apoyo a Puerto de Celeiro y contra el veto a la pesca de fondo.
«O sector está en perigo e o Goberno e a Xunta deben presionar para esixir un cambio de postura inmediato de Bruxelas», afirmó la alcaldesa, María Loureiro.
El BNG anticipó el pasado domingo iniciativas en el Pleno provincial y en los municipios de A Mariña para que «Xunta e Estado se impliquen» en la «defensa da frota da Mariña».
«Se a pesca é un puntal da economía galega e do emprego, na Mariña aínda o é moito máis e máxime no actual contexto de crise industrial e de emprego que atravesa esta comarca», resaltó desde Burela la diputada nacionalista de Mar, Mónica Freire.