Los gallegos no pueden comprar billetes de Renfe más allá del 23 de abril
GALICIA

Galicia sale más perjudicada que otras comunidades al carecer de una oferta ferroviaria consolidada. Los continuos cambios solo permiten la compra durante tres o cuatro meses, y esa situación está desplazando a usuarios al avión
27 mar 2025 . Actualizado a las 16:45 h.Se trata de una queja recurrente de los usuarios del ferrocarril: la escasa antelación con la que se pueden adquirir billetes para recorridos de larga distancia desde Galicia, especialmente en la conexión de alta velocidad con Madrid. Se trata de una coyuntura que sucede desde hace años, pues la oferta de Renfe en Galicia está en continuo movimiento, mejorándose a medida que avanzaba la construcción del nuevo acceso ferroviario. La situación no ha cambiado desde que se inauguró la línea en diciembre del 2021. Más bien se ha complicado con la incorporación progresiva de los nuevos trenes de la serie 106 (Talgo Avril), que obliga a tener una parrilla de servicios en constante provisionalidad.
Ahora mismo la venta está cerrada a partir del 23 de abril, después de que se abriera un nuevo período de venta el pasado 14 de diciembre, que es la fecha consensuada con los administradores ferroviarios europeos para asignar la capacidad a los operadores para el año siguiente, algo que debe coordinarse por los surcos internacionales de cada país. Esta es en realidad la única fecha de bloqueo que afecta a casi todas las conexiones de alta velocidad. Pero la verdad es que en Galicia las ventanas digitales de venta están abiertas un máximo de tres o cuatro meses, rara vez más tiempo. La razón estriba en que la oferta no está consolidada y los cambios de servicios, tipos de tren y frecuencias dependen de la asignación de surcos por parte del ADIF. El sistema ferroviario es muy complejo y esa complejidad, a veces, redunda en dificultades para los clientes gallegos de Renfe, pero también para la propia operadora pública.
En cabeceras como Valencia, Barcelona o Sevilla, se pueden adquirir billetes hasta el 13 de diciembre. A muchos usuarios les llama la atención que puedan contratar un billete desde Madrid a Valencia, pero no el tren que desde Galicia debe llevarles a este transbordo. Esa es la diferencia entre una oferta consolidada —la de Valencia— y otra sujeta a cambios continuos para sustituir los trenes Alvia por los Avril. Lo expuso hace unos días Marcelo Gómez, un usuario gallego, en las cartas al director de este periódico: «En el mes de enero comencé a organizar mi viaje de vacaciones de verano a Valencia. Buscaba los billetes de tren, ida y vuelta, para mediados de junio. Comienzo con el trayecto Madrid-Valencia. ¡Qué oferta! Tres compañías y múltiples horarios a precios bajos, ningún problema para dejar los billetes ya reservados. Empiezo luego a intentar programar el trayecto Madrid-A Coruña. El 23 de junio ‘‘no hay trenes disponibles’’... Ni el 22, ni el 21, ni en todo el mes de junio, ni más adelante».
Ante esta situación, muchos usuarios optan por el avión, con unos plazos de venta mucho más amplios —en algunos casos hasta el 21 de marzo del 2026—, para no esperar a última hora y arriesgarse, por ejemplo, a perder otro enlace. «No esperé más. Vi que estaban baratos los billetes desde A Coruña a Madrid y los compré», explica Miguel, uno de esos muchos viajeros que finalmente se decantan por el avión porque les da la tranquilidad de la venta anticipada. Tal vez esta sea una de las razones por las que el AVE y el avión aún están en una suerte de empate técnico y aún no se ha producido el vuelco modal que se ha dado en otros territorios cuando se puso en marcha su conexión de alta velocidad. Sin duda, el actual sistema de venta no ayuda. Y aunque exista interés —incluso militancia para evitar emisiones— por usar el tren en recorridos nacionales, el sistema actual lo impide. Es evidente que el modo aéreo es más flexible que el ferrocarril en estos aspectos. Pero también es verdad que hay gente que se resiste a ir en avión por distintos motivos.

La única posibilidad de contratar un viaje desde Galicia es con los dos servicios AVE de ancho fijo que solo llegan a Ourense (uno de ellos conecta con Alicante). Sobre esta oferta no están previstos cambios y, por tanto, se pueden adquirir billetes hasta el 13 de diciembre. En Galicia, por culpa de la red interna en ancho ibérico, tampoco se puede recurrir a la competencia de Renfe (Iryo y Ouigo), que probablemente solo operen hasta Ourense a partir del 2027 y que no llegarán al resto de las ciudades hasta tres años después.
En Renfe son conscientes de la problemática, pero por el momento se ve como algo inevitable. Fuentes de la operadora pública aseguran que «en breve» se abrirá la próxima ventana digital para la compra de billetes. Parece que la siguiente tanda de cambios en la operativa ferroviaria está prevista para mayo, aunque no hay confirmación oficial. Este nuevo período de venta debería cubrir todo el verano para facilitar los planes turísticos de los usuarios. «No todos los corredores ferroviarios salen con la misma antelación. Influyen distintos factores, como la previsión de obras, modificaciones en el servicio o ajustes de horarios de diferente índole», explica una portavoz de Renfe.

Permanencia anual
Lo cierto es que, salvo en Ourense, tampoco se aplica en Galicia la política reciente de Renfe de mantener 108 servicios de AVE y de larga distancia con un período de un año en venta anticipada sin cortes. Esta medida fue anunciada en su momento por la operadora como una fórmula para que los viajeros «puedan obtener precios más baratos y programar sus viajes con mayor antelación».
Efectivamente, los clientes de las empresas de transporte buscan en la anticipación una forma de conseguir un mejor precio, mientras que las operadoras quieren que sus trenes se llenen. El sistema de precios dinámico, que comenzó en el transporte aéreo y después se extendió al resto de los modos, reduce el coste dependiendo de la disponibilidad de plazas, de forma que el billete sale más caro a medida que el tren se va llenando. Cuando Renfe modificó su modelo comercial en julio del 2001 con tres niveles de tarificación —Básico, Elige y Premium— cifró en un 75 % el descuento máximo en base a distintas opciones, especialmente la antelación en la compra.

Ante las dificultades de los usuarios gallegos para tener plazos más largos para adquirir billetes se podría decir que también salen perjudicados en el precio. Pero una vez que se abre un nuevo período de comercialización, todos los potenciales viajeros están en igualdad de condiciones para optar a billetes más económicos. La clave es estar atento a la apertura, porque Renfe no suele avisar.
También está pendiente una reformulación de la página web, cuyo nuevo diseño está en fase de elaboración. Las quejas por las caídas habituales y otras eventualidades son comunes entre los usuarios. Hasta el propio ministro de Transportes, Óscar Puente, lo admitió en sede parlamentaria. «Puntuarla con un 4,8 me parece hasta generoso», dijo mientras desgranaba un informe que audita los servicios de distintas operadoras ferroviarias europeas.