Solo necesitó cinco jornadas para sumar cuatro puntos, los mismos que en toda la primera vuelta en su última experiencia en Primera
11 nov 2024 . Actualizado a las 19:25 h.El empate contra el Illes Balears Palma Futsal confirmó la capacidad competitiva de un Pescados Rubén Burela que solo ha necesitado cinco jornadas para igualar los puntos que acumulaba tras media liga en su última experiencia en la Primera División de fútbol sala. En el descenso del curso 2021/22, el conjunto entonces preparado por Alberto Riquer alcanzó el cuarto punto en un decimoquinto partido que superó sin conocer la victoria.
Los empates a tres goles frente al Zaragoza y ElPozo en el Vista Alegre y en las canchas del Betis y el Manzanares fueron los únicos resultados positivos que logró tras enfrentarse por primera vez a todos sus rivales ligueros en una campaña en la que la escuadra mariñana se quedó muy lejos de la permanencia.
Su complejo calendario inicial no ha impedido al Burela avanzar a un ritmo más que prometedor. Sucumbió 1-4 ante el Jaén Paraíso Interior y 3-2 en su visita al Movistar Inter antes de celebrar su primer triunfo en su primera oportunidad contra otro de los clubes llamados a luchar por mantenerse en la categoría, el ATP Iluminación Tudelano Ribera Navarro (3-1). Su imagen empeoró en la derrota por 4-1 frente al subcampeón de liga, ElPozo Murcia Costa Cálida, pero en la visita de un Palma recién coronado por segunda vez en la Intercontinental se reivindicó con un 2-2.
Solo dos arranques mejores
El conjunto liderado por David Rial desde el banquillo, además, soporta el pulso a los proyectos más ilusionantes del Pescados Rubén Burela en Primera. De sus ochos aventuras previas en la máxima categoría, solo en dos sumaba más puntos tras cinco partidos. Los pupilos de Juanlu Alonso habían logrado siete puntos en el 2013/14, igual que en el 2020/21 con Juanma Marrube al mando. En el 2015/16 igualaba los actuales cuatro puntos un club que arrancó sin ninguno en el 2012, con uno en el 2019 y el 2021, y tres en el 2014 y el 2016.
El cuadro naranja nunca había recibido tan pocos goles tras cinco partidos en la élite
Undécimo con cuatro puntos, a tres unidades del play off, las mismas que tiene de renta sobre el descenso, el Pescados Rubén Burela encuentra una de sus claves en la fortaleza defensiva. Y ahí destaca un Michal Kaluza que, tras brillar las dos últimas temporadas en Segunda, está demostrando un nivel sobresaliente como portero de Primera. El internacional polaco, que recibió el premio Pescados Rubén al más destacado en las dos últimas apariciones en el Vista Alegre, custodia la meta naranja menos goleada de la historia en un inicio liguero.
Ha encajado 14 tantos para mejorar los 15 que había recibido en el 2015 y 16 en el 2013. Su peor registro en esta faceta son los 26 recibidos en el 2016, en una liga que acabó con su descenso.
Kaluza, además, se mantiene como pichichi naranja con sus dos goles al Ribera.