La pastelería más internacional llega a Foz de la mano de la joven francesa Delphine
FOZ
La titular, Delphine Moyen, abrió recientemente su negocio de productos caseros -pastelería, confitería y cafetería-, y muchas de las creaciones son también tradicionales de Francia, «Los Dulces de Delphine»
29 feb 2024 . Actualizado a las 19:48 h.Delphine Moyen (Kembs-Alsace, Francia) regenta la nueva pastelería, confitería, panadería y heladería que abrió recientemente sus puertas en Foz. Los Dulces de Delphine está especializada en pastelería internacional, con muchos productos que son todo un símbolo para los pasteleros franceses, según explica su propietaria.
El mundo de los pasteles no es algo nuevo para esta emprendedora de 34 años que ha desempeñado distintos puestos en negocios del sector y que ahora quiere probar suerte con su propio establecimiento, donde, entre otras especialidades, sirve «crepes» (dulces o salados), gofres, galletas, buñuelos, tartas, «macarons»... Todo lo que vende, explica, lo elabora ella misma siguiendo un proceso totalmente artesanal. El servicio se completa con la venta de cafés, infusiones y de otras bebidas. Delphine destaca otra de sus especialidades: el café gourmet, que incluye café a elegir y tres postres degustación.
Aunque han pasado pocas semanas desde que abrió el local, Delphine hace una valoración positiva. Además, ya ha participado en la última campaña de ACIA-CCA Foz «O teu café ten premio», enmarcada en el Campeonato Internacional de Baristas y de Cata de Cafés que celebró el IES local en días pasados. El nuevo establecimiento abre los lunes de 10.00 a 20.00 horas; los domingos, de 10.00 a 15.00, y el resto de los días, de 8.30 a 20.00 horas.
Delphine destaca que en su establecimiento, ubicado en la Avenida da Mariña 47, manda la calidad e intenta poder ofrecer sus productos al mejor precio. Ya avanza que habrá helados principalmente a partir de Semana Santa y no descarta ampliar servicio y surtido de productos pensando principalmente en verano, cuando la villa focense recibe a numerosos visitantes.
Antes de decidirse a abrir, Delphine trabajó como pastelera ambulante. Entre otras, guarda buenos recuerdos de la Feira Medieval de Mondoñedo. «Mucha gente ya me conocía de la crepería que tenía en la medieval», explica la pastelera, que también trabajó en otros negocios del sector.
El mundo de la pastelería y el de los caballos son dos de las pasiones de esta mujer que reside en Lourenzá desde hace unos cinco años. Cambió su país natal por España hace nueve para dedicarse a centros de entrenamiento de caballos. No obstante, nunca abandonó su pasión por la pastelería, de la que ha hecho negocio.