Regístrate gratis y recibe en tu correo las principales noticias del día

Los acusados de traficar con 560 kilos de cocaína en Ribadeo logran rebajar más de una década las penas de cárcel al reconocer su culpa

RIBADEO

Operativo del ECO Galicia y de la DEA que implicó en el 2020 la detención de esta trama en una vivienda de Ribadeo con los 560 paquetes de cocaína.
Operativo del ECO Galicia y de la DEA que implicó en el 2020 la detención de esta trama en una vivienda de Ribadeo con los 560 paquetes de cocaína. Cedida

Gerardo Rial cumplirá 7 años y medio tras pedirle 18 la Fiscalía, y el resto de acusados, que se enfrentaban a 12 y 13 años en prisión, cumplirán cuatro y medio

19 jun 2023 . Actualizado a las 21:28 h.

Los vecinos de O Salnés Gerardo Rial Iglesias, José Ángel Oubiña, Gonzalo Torreiro y Rubén Rubianes y los ciudadanos de Serbia Pavle Pavlovic y Nikola Dondur se sentaron ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional para responder por el alijo de 560 kilos de cocaína decomisado en octubre del 2020 en un chalé de Ribadeo por el ECO Galicia de la Guardia Civil en colaboración de la agencia antidroga de los EE.UU., la DEA. La Fiscalía solicitaba 18 años entre rejas para Rial Iglesias por su condición de líder de la trama, 13 años para Rubianes y 12 años para los otros cuatro procesados.

Finalmente, tras alcanzarse un acuerdo entre las defensas y la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional a cambio de reconocer los hechos, las penas se han rebajado considerablemente. Gerardo Rial acepta una condena de 7 años y medios, mientras que los otros cinco procesados asumen un castigo de cuatro y medio. Pero el presidente de sala, el magistrado Alfonso Guevara, no se limitó a preguntar a los acusados si reconocían los hechos.

Indagó a base de preguntas en cómo se gestó la operativa que implicó el decomiso de más de media tonelada de cocaína. El considerado líder de la trama en España, Gerardo Rial —ya condenado en el 2007 por otro alijo de cocaína—, aseguró que fue contactado por una persona que no figura en este procedimiento judicial para participar en el transporte de un alijo de cocaína desde Colombia.

Rial añadió que aceptó el trabajo, pero finalmente no pudo realizar el trabajo porque no tenía a su disposición planeadoras para recoger la mercancía en alta mar e introducirla en territorio gallego. Finalmente, el trabajo que aceptó Rial consistía en recoger los 560 kilos de polvo blanco en un chalé de Ribadeo para su posterior traslado hasta Vilagarcía. Pero aquel viaje por carretera del porte de cocaína nunca se realizó. La investigación del ECO Galicia de la Guardia Civil cayó sobre Rial y el resto de implicados en la vivienda de Ribadeo y en las inmediaciones de esta población de la costa lucense. Lo que ninguno de ellos sabía es que el alijo había sido decomisado un mes antes por la DEA en el océano Pacífico. Y trasladado con la ayuda de la Guardia Civil a España tras iniciar la cadena de custodia en la sede de la DEA en Miami.

En la imagen, en el exterior de la casa de Ribadeo donde se desarrolló la operación, el coche en el que estaba previsto ocultar la droga y la grúa donde viajaría hasta Vilagarcía
En la imagen, en el exterior de la casa de Ribadeo donde se desarrolló la operación, el coche en el que estaba previsto ocultar la droga y la grúa donde viajaría hasta Vilagarcía

Contratados por el organizador

El resto de acusados declararon que fueron convocados por Gerardo para participar en esta empresa ilícita y realizar el transporte desde A Mariña lucense a la capital de O Salnés en un coche aparentemente averiado que estaba subido a una grúa que hacía de tapadera. La vista de hoy duró menos de tres horas, y está previsto que finalice mañana. Hoy declaró también el jefe de la unidad policial que hizo de instructor, confirmando el contenido de las diligencias judicializadas. El resto de agentes que faltan por declarar, también ratificarán su papel concreto en las actuaciones policiales.

El procedimiento judicial evidencia que los 560 kilos de polvo blanco, valorados en 23,7 millones de euros, no se quedarían en Galicia ni en España: «Pavle Pavlovic y Nikola Dondur se encargaban también, dentro del entramado organizativo, de la distribución de la sustancia estupefaciente. Mantenían conexión con una de las estructuras criminales más activas de Europa, el llamado clan de los Balcanes».

Durante la investigación, Rial detalló que la droga sería transportada «por una persona que llevaba trabajando con él más de 20 años». También que se ocultaría en dobles fondos hechos para este propósito concreto. Incluso aseguró «tener como afición el hacer dobles fondos en vehículos y que había inventado un modelo cuya apertura se activaba solo con la voz a través del teléfono móvil».