La capital turística y comercial donde no queda ni un solo piso nuevo a la venta
RIBADEO

La vivienda, su falta o inasequibilidad por tener un precio desbocado, es un problema capital que afecta a buena parte del país y condiciona el crecimiento del territorio.
La prosperidad de Ribadeo como referente comercial, turístico y de servicios se ve frenada en seco. Es así porque en Ribadeo en estos momentos no hay ni un solo piso nuevo a la venta. Así lo confirman constructores e inmobiliarias consultadas. Cierto es que hay una promoción en obras avanzada en A Lodeira, de Julio Pérez, con 39 pisos y donde se proyectó hacer un hostal de nueve habitaciones en la planta baja, pero las viviendas no están a la venta y de momento no tienen precio porque en un contexto de alza constante de los materiales se ignora cuál será su coste final.
Así las cosas, quien precise una vivienda en Ribadeo tiene que resignarse a buscar en el mercado de segunda mano, a precios desorbitados, porque la vivienda en Ribadeo siempre ha sido la más cara de A Mariña. Queda la opción del alquiler, pero ahí surge la obligación de dejar libres los pisos en la temporada de verano. La consecuencia es que vivir hoy en Ribadeo se hace misión imposible para personas que quieren independizarse y tener su propia casa. También para aquéllos que quieren venir a trabajar a Ribadeo.
Situación parecida se da en Viveiro, pero allí no disponen de un plan general actualizado, mientras Ribadeo sí lo tiene, que regula una expansión urbanística modulada y sin estridencias. En Ribadeo el problema es que, por diferentes factores, los constructores no se animan a dar el paso de promover en la villa y optan por otros municipios donde el precio final de la vivienda resulta mucho más económico. Y quien tiene el solar y el proyecto aprobado, como ocurre con un residencial de lujo en la confluencia de las calles Reinante, avenida de Asturias y San Francisco, busca desde hace años una constructora que lo haga, sin hallarla.
Es la tormenta perfecta, cuando la vivienda ha perdido su condición de derecho para convertirse en un lujo. Esa es hoy en día la circunstancia que frena el crecimiento de Ribadeo y donde se debería poner el acento desde la Administración para paliarla. ¿Cómo? Probablemente estimulando la iniciativa privada o lo que sería más lógico, con una verdadera apuesta por las viviendas sociales, porque el pomposo plan Rexurbe para el casco viejo, aprobado e impulsado por la Xunta, de momento se limita a seis futuras viviendas en inmuebles que se deberán rehabilitar y que en el mejor de los casos no estarán listos hasta dentro de cuatro o cinco años. Así, como lo lee: hasta dentro de cuatro o cinco años.
La construcción en Ribadeo se limita desde hace tiempo a viviendas unifamiliares, en solares en el extrarradio. Pero, ¿cuánta gente dispone del capital para construir una casa? Esa es la realidad de Ribadeo, sin una sola vivienda nueva a la venta. Propongo un nuevo eslogan turístico para el Concello: «Vivir en Ribadeo, un lujo». ¿Alguien lo duda?